martes, 29 de diciembre de 2009

Banco de pruebas

Banco de Pruebas


Aunque pensáis que me alegro,
“conmigo traigo el dolor.
“Aunque mi rostro semeja
“que de mi alma se aleja
“la pena, y libre la deja,
“sabed que es notorio error:
“conmigo traigo el dolor.
“Cúmpleme disimular,
“por acabar de acabar,
“y porque el mal, con callar,
“se hace mucho mayor:
“conmigo traigo el dolor”
Miguel de Cervantes


Como saben mis sufridos lectores, llevo algún tiempo exponiendo ante ellos mi teoría acerca de la altísima probabilidad de que don Néstor desate un autogolpe, para conservar el poder todo el tiempo que pueda.

A riesgo de resultar reiterativo, mi razonamiento –no mi información- me lleva a esa conclusión debido a dos hechos concretos: a) Kirchner sabe que, desde los niveles de descrédito que él y su mujer tienen, nadie ha regresado y, consecuentemente, no les será dado volver a ganar una elección; y b) también sabe que, cuando pierda el poder, su futuro será la cárcel o el exilio.

En general, quienes me acusan de tremendista, me dicen que la sociedad argentina no lo toleraría, es decir, que reaccionaría con ferocidad ante la concreción de este disparate.

Pues bien; debo informarles que no será así. Si, hasta ayer, me sobraban ejemplos de falta de respuesta por parte de una comunidad absolutamente apática –la “argentinización” de YPF, los fondos de Santa Cruz, los sobreprecios y las coimas, los aviones privados y los yates, la valija de Antonini, la bolsa se Micheli, el robo a las AFJP, las candidaturas “testimoniales”, los medicamentos “truchos”, etc., etc., etc.- Oyarbide, Taiano y Noailles permitieron al tirano de Olivos reestrenar su banco de pruebas.

La impudicia de este juez (con minúscula), y la complicidad -¿cuánto habrá costado al erario público?- del fiscal y del titular de la FNIA, le han permitido corroborar que nada que haga Kirchner, por grave que resulte, llevará a la población a las calles, a reclamar a gritos la República que la pareja imperial nos ha quitado.

A partir de la falta de reacción social frente al sobreseimiento en la nueva causa por la investigación del obvio enriquecimiento ilícito de los Kirchner, un verdadero desmadre de esta Justicia alquilada, la probabilidad de que un autogolpe se concrete ha aumentado sensiblemente.

Y, por supuesto, tiene fecha límite. Deberá producirse, salvo que Kirchner consiga comprar a los senadores de La Pampa y a una de Corrientes (lo cual le permitiría seguir controlando al Congreso, por el bloqueo de las iniciativas de los rebeldes diputados en la Cámara alta), antes del 1° de marzo de 2010, cuando se reanuden las sesiones ordinarias.

Recordemos que, con una nueva estafa a sus aliados, la Presidente vetó los dos artículos de la Ley de Reforma Política que había cedido para obtener la sanción. Con ello, ya que condena a la desaparición a Proyecto Sur, al SI, a Libres del Sur y a otras agrupaciones menores de la izquierda, perdió la última posibilidad de contar, en Diputados, con mayorías circunstanciales.

A dos días del nuevo año, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el que se va ha constituido un nuevo record en la destrucción de las instituciones

A título de ejemplo, cabe preguntarse qué harán, a partir del 1° de enero de 2010, los usuarios de tarjetas de crédito que, a partir de consumos que superen –en conjunto- los $ 3.000 mensuales, sean perseguidos por los sabuesos de la AFIP. ¿Podrán ellos también llevar ante el Juez a su contador personal para que “arregle” sus “inconsistentes” declaraciones juradas?

¿Contarán también ellos con un Juez que, ante la posible difusión de hechos conflictivos de un pasado prostibulario, cierre inmediatamente la causa? ¿Los fiscales se abstendrán de apelar los sobreseimientos?

En resumen, los contribuyentes ¿no podremos invocar el principio constitucional de igualdad ante la ley?

Desde ayer, la República está más de luto. Desde ayer, un magistrado y dos fiscales enterraron, más profundamente aún, las ilusiones argentinas.

Por eso, mi deseo es que, cada uno de ustedes, tenga el mejor 2010 posible, que no será mucho.

Bs.As., 29 Dic 09

lunes, 21 de diciembre de 2009

Reportaje en Enfoques Positivos N° 260


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Edición Número 260 - 22 de DICIEMBRE de 2009
Edición Nro. 260 22 de DICIEMBRE de 2009
ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO, explica, en este reportaje, las razones por las cuales viene hablando de la posibilidad de un “Autogolpe”, de parte del Gobierno

Un análisis profundo que deja en evidencia la extrema necesidad de los KIRCHNER de conservar el poder político. Además, ¿Lo de Brasil puede convertirse en una burbuja …?
ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRONuestro entrevistado es Abogado, con actividad profesional en Brasil, desde hace más de 30 años, y Analista Político por vocación. Sus notas son reproducidas en más de 20 sitios y blogs de Internet, y algunas de ellas han sido publicadas en Venezuela y España.
En sus últimos trabajos se refirió a la posibilidad de un “Autogolpe” organizado por el actual Gobierno kirchnerista, idea que ha venido tomando cuerpo también, en serias publicaciones dedicadas a la Política.
ENFOQUES POSITIVOS le realiza al Doctor AVOGADRO, el siguiente reportaje:
P: ¿Porqué, en un reciente trabajo suyo usted insiste en la posibilidad de que desde el Gobierno pueda estar armándose un “Autogolpe”?
R: “Porque estoy convencido que KIRCHNER sabe que, desde los niveles de rechazo que hoy tienen tanto él, cuando CRISTINA FERNÁNDEZ, nadie ha regresado en el mundo. Entonces, tiene la certeza que ninguno de los miembros de ese binomio podrá ganar nunca más una elección, no sólo en la Argentina sino, siquiera, en Santa Cruz. A la vez, sabe que, cuando pierda el poder, serán juzgados y condenados, por lo cual tienen en juego la libertad y gran parte del conglomerado económico que han montado en el país a través de testaferros y cómplices de distinta índole, si es que no les sucede algo peor. A diferencia de todos los recientes Presidentes argentinos –léase ALFONSÍN, MENEM, De la RÚA o DUHALDE- los KIRCHNER son odiados hasta por los integrantes de su círculo más íntimo. Eso hace que deba conservar el poder a cualquier costo, y realmente me resisto a imaginar a qué extremos estará dispuesto a llegar. Se ha enajenado a la opinión pública urbana y rural y, salvo los gremialistas dispuestos a alquilar su apoyo al actual mejor postor y a algunos pseudo movimientos sociales, que reciben toneladas de subsidios desde la Casa Rosada, ya no tienen quien esté dispuesto a acompañarlos. Los Barones del Conurbano ya intentaron saltar el cerco kirchnerista, en una operación que fue frustrada en la Legislatura bonaerense, y los partidos de izquierda, que han votado casi todos los temas al lado del Frente para la Victoria, hoy han sido excluidos del paraíso con un veto –una verdadera puñalada trapera- a los artículos a cambio de los cuales se había obtenido su apoyo a la reforma política. Entonces, KIRCHNER también sabe que el 1° de Marzo, cuando debería a comenzar a funcionar el Congreso en Sesiones Ordinarias, no solamente no podrá obtener la fácil sanción de leyes a las que está acostumbrado sino que algunas Comisiones, con su nueva conformación, podrían gatillar su final mediante el Juicio Político, la Coparticipación Federal y la reforma del Consejo de la Magistratura. Por eso, deberá actuar y hacer algo antes de esa fecha. Creo que ese algo consistirá en la creación de un estado de caos aún mayor, con enfrentamientos entre piqueteros amigos y enemigos (división que no creo cierta), por ejemplo y, desde esa base, decretar el estado de sitio y de conmoción social, disolviendo ese Congreso que se habrá transformado en un enorme riesgo potencial. Los hechos de los últimos días (el desacato de ANÍBAL FERNÁNDEZ, el saqueo a las reservas del Banco Central, la pretendida integración forzada del nuevo COMFER, y las recientes resoluciones de MORENO sobre el grupo CLARÍN) constituyen verdaderas partidas de defunción de las instituciones republicanas, y son el inicio de ese autogolpe que pronostico.
P: Compartimos la convicción acerca de que los Gobiernos kirchneristas le han provocado un enorme daño a las instituciones del país, y le pedimos que nos diga, a su juicio, cuál o cuáles son los más graves de ellos …
R: “Creo que el daño más grave que le han infligido al país fue desaprovechar la mejor oportunidad que Argentina tuvo en los últimos cien años, con mercado ávidos de comprarnos, y a excelentes precios. Luego, el saqueo de todas las cajas privadas y públicas, destruyendo la seguridad jurídica por años y, con ello, alejando cualquier oportunidad para recibir al menos parte de la lluvia de inversiones externas directas que regó las economías de nuestros vecinos sudamericanos. Más tarde, el incremento sideral del gasto público, que será una pesadísima herencia para quien los siga en el poder. La profundización de la pobreza y de la miseria, para mantener a quienes las sufren en condición de clientes, pero sin salud, sin educación y sin trabajo. Por último, la política internacional, que ha hecho que la Argentina desaparezca de los mapas mundiales de todos los países, si se exceptúa a Venezuela, por razones políticas y de corrupción, y Brasil, debido a su geopolítica de crecimiento permanente.
P: Por último, pudimos leer a algunos afamados pronosticadores internacionales que vienen sugiriendo que el crecimiento tan promocionado de nuestro vecino Brasil, país que usted acaba de mencionar, podría convertirse en una burbuja. Con su experiencia especialmente en ese país, ¿Está usted de acuerdo con ese análisis?: R: “La duda mayor que plantean esos analistas a los cuales se refiere, tienen que ver con la todavía difícil situación socioeconómica de la población brasileña, y con el enrarecido clima que pueden generar, precisamente, las enormes inversiones que está recibiendo nuestro vecino. Obviamente, no comparto esas preocupaciones porque, por el contrario, veo a Brasil, en tanto integrante importante del famoso BRIC, el club que integra con Rusia, India y China, como motor de la mejoría de la economía global post crisis. Las medidas económico-financieras adoptadas por los gobiernos de Estados Unidos y de la Comunidad Europea para superarla han hecho que sus pueblos hayan cambiado sensiblemente sus hábitos, restringiendo un consumo y un despilfarro que, hasta ahora, traccionó hacia arriba el crecimiento industrial del mundo. Ahora, esos consumidores ausentes deben ser reemplazados en el mercado global y, para ello, llegan estos países del club mencionado que, especialmente en los casos de China e India, seguirán creciendo a tasas del 8% a 10% anual. Note Usted que Brasil ha incorporado, en los últimos años, veinte millones de ex pobres a su clase media; una enorme masa de gente que, a partir de ahora, demandará todo tipo de bienes, desde alimentos más sofisticados hasta celulares y vestimenta. Eso implicará que el mundo verá cómo cambia su perspectiva de consumo de energía, ya que pronto China superará a los Estados Unidos, y de alimentos, lo cual también redundará en beneficio de Brasil, un enorme productor. Para finalizar, creo que nuestro gran vecino pasará integra, por derecho propio, pero atribuible a la transición entre FERNANDO HENRIQUE CARDOSO y LULA, ese conjunto de Naciones que, como Chile y Uruguay, nos están dando lecciones de cómo se hacen los cambios de signo político de sus gobiernos sin atravesar crisis y, sobre todo, sin modificar las políticas de Estado de largo plazo”.
P: Muchas gracias Doctor por su tan valiosa participación en nuestro Portal.
R: "Gracias a ustedes".

Huracanes

Huracanes


“¿Quién habló de echar un yugo
“sobre el cuello de esta raza?
“¿Quién ha puesto al huracán
“jamás ni yugos ni trabas,
“ni quien al rayo detuvo
“prisionero en una jaula?”
Miguel Hernández

Una nueva frutilla ha venido a coronar el efímero postre del que disfrutarán los Kirchner en esta Navidad que se aproxima: el apolíneo, aunque mínimo, Juez Oyarbide acaba de sobreseerlos en la causa en la que investigaba el enriquecimiento ilícito de la pareja imperial.

El efebo que concurre a las procesiones vestido de etiqueta y manifiesta su voluntad de permanecer en el anonimato, el atildado juez que, diariamente y desde la puerta de su casa, vomita su indecente discurso sobre las causas que lleva,, el mismo que fue vinculado al prostíbulo masculino Spartacus, aquél a quien tantas veces sacara las papas del fuego el poder de turno, acaba de pagar su libra de carne a un imperio en franca decadencia.

Recuerdo, como seguramente harán muchos, su nombre incluido por Cavallo en la servilleta de Corach, como recipendario de sobres non sanctos, los mismos que aquéllos por los cuales María Julia fue procesada.

La última esperanza en la resurrección de la carne judicial de este personaje se ha perdido.

Porque la impudicia, y la sensación de impunidad, que llevó a los Kirchner a confeccionar las declaraciones juradas cuestionadas en su Juzgado ya son pasto de las más variadas historias y predicciones en la ciudadanía.

Y esos rumores e intercambios de informaciones sobre la relación entre don Néstor, el Consejo de la Magistratura, la AFIP y el contador imperial están produciendo –aún incipientemente- vientos que el futuro convertirá en huracanes, que barrerán hacia la cárcel a todos ellos.

El avasallamiento de todas –y ya escasas- las instituciones republicanas que quedan en pie que se ha producido en estos días, con el flagrante y público desacato de don Aníbal, con la retroactividad impuesta por don Guillermo Moreno a sus resoluciones, con el desconocimiento de la Cámara de Senadores por parte de don Agustín Rossi en la composición del organismo de control de los medios, exige que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ha dado muestras ya de su independencia, tome cartas en este verdadero golpe de estado que el kirchnerismo ha iniciado.

Con el Congreso en receso, sólo le queda a la República el refugio en el regazo de sus jueces, y éstos deberán ser quienes pongan, ya mismo, coto a la vocación tiránica del hombrecito de Olivos y su corte de bandidos y ladrones.

¡Señores jueces: el país entero los está mirando y rogándoles que asuman su rol constitucional de intérpretes de la ley y custodios de los derechos de los ciudadanos!

Sepan, señores, que cuando asuman el papel que la Carta Magna les impone, salvarán a la República de su destrucción total, y toda la ciudadanía estará en el Palacio de Justicia para defenderlos.

Pero sepan también, señores, que si no lo hicieran, la Historia -con mayúscula- les adjudicará una enorme responsabilidad en el caos que se producirá, sin duda alguna, cuando un Kirchner derrotado decida pelear hasta las últimas consecuencias e incendie el país a su paso.

Quiera Dios, nuestro Señor, cuyo renovado Nacimiento los católicos esperamos el viernes, iluminar mientras tanto a la Cámara Federal y le impida confirmar el dislate del pequeño Juez.

Bs.As., 21 Dic 09

viernes, 18 de diciembre de 2009

O ingresso da Venezula no Mercosul

O ingresso da Venezuela no Mercosul e suas implicações nas relações soci-políticas e econômicas na América do Sul

A entrada da Venezuela no Mercosul como membro pleno, solicitada por Hugo Chávez, durante anos, está sujeita à aprovação pelos congressos dos quatro países que o compõem hoje: Argentina, Brasil, Paraguai e Uruguai.

Embora Tabaré Vázquez e Néstor Kirchner tenham rapidamente obtido a aprovação dos respectivos parlamentos, não foi o caso de Brasil e Paraguai.
As ofensas infligidas pelo Presidente da Venezuela ao Senado brasileiro permitiu que a oposição ao Presidente Luiz Inácio Lula da Silva ficasse forte na rejeição ao pedido, que se delongou até poucos dias atrás, e o Paraguai tem seus próprios problemas que afetam essa aprovação.
Além da especulação sobre o quanto vai durar a negativa do Paraguai e, conseqüentemente, o acesso da Venezuela ao Mercosul, parece oportuno refletir sobre o significado que a chegada do Hugo Chávez neste concerto de nações que, embora tenha-se movido com altos e baixos desde o seu início nos primeiros anos da década dos 80’s, continua a ser um instrumento de trabalho para o comércio e a integração dos seus membros, e acabou com todos os cenários de conflitos que existiam nas chancelarias e os estados maiores das forças armadas

O presidente da Venezuela tornou-se um criador de problemas muito graves na América do Sul, especialmente pela sua vocação de liderança com o seu "socialismo do século XXI", distribuindo os petrodólares que a PdVSA tinha tinha, em apoio aos regimes políticos afins no continente: ele interveio, e continua a agir, no Equador e na Bolívia, mas também em outros países, como Argentina, Uruguai e Colômbia, onde ele tentou ações similares. É agora inegável o apoio de Chávez à guerrilha colombiana, que não só complica a vida de sua nação, mas afeta diretamente ao Equador e ao Brasil, cujas fronteiras são livremente transpostas; a descoberta de fundos non sanctos na Argentina e na Bolívia não são mais do que alguns sinais visíveis do que tem sido uma política permanente em curso na Venezuela.
De outro ângulo, a necessidade de Chávez de gerar um foco de conflito para tentar contornar o front doméstico complicado que está causando a inflação e a escassez de bens e serviços no seu país, pode tentar-lhe a imitar ao general Galtieri, o ditador argentino que inventou uma guerra com a Grã-Bretanha em uma situação político-econômica local.
Portanto, do ponto de vista do Mercosul, vale a pena recordar como comportou-se Chávez, quando ele chegou ao poder, em relação ao Pacto Andino de Nações, um dos projetos mais bem sucedidos de integração realizado até então entre o Chile, o Peru, o Equador e a Venezuela, que foi praticamente destruído.
Então, eu acho que o Presidente Lula está errado ao apoiar o ingresso de este personagem numa parceria ainda frágil de países, que ainda não conseguiram definir um modelo real para o Mercosul: união alfandegária, zona de livre comércio, mercado comum ou uma plena integração.
Se a entrada da Venezuela acontecesse durante o período do Hugo Chávez como Presidente do seu país, sem dúvida a gente vai começar a ver cada vez mais sérios conflitos entre os membros atuais do Tratado.

Bs.As., 18 Dec 09
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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Preparando el terreno

Preparando el terreno


“Si he perdido la vida, el tiempo,
“todo lo tiré como un anillo al agua.
“Si he perdido la voz en la maleza,
“me queda la palabra.
“Si abrí los ojos para ver el rostro
“puro y terrible de mi patria.
“Si abrí los labios hasta desgarrármelos,
“me queda la palabra”.
Blas de Otero


Desde el jueves pasado se vienen produciendo, desde el Gobierno, hechos que me llevan a pensar que el autogolpe que, en una nota reciente, me preguntaba si era una realidad o una mera fantasía, ha comenzado a prepararse.

El primero de esos sucedidos, como dicen en el campo, fue la negativa cerrada del polifacético y homogéneo –por su cara de piedra- don Anibalito a aceptar una resolución emanada de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, y cuya puesta en práctica intentó, mediante una orden directa a la Policía Federal, un Juez del mismo fuero.

El Fernández que nos queda, sucediendo al anterior en la Jefatura de Gabinete, no tuvo mejor idea que declarar públicamente que la resolución que había dispuesto incumplir era “inconstitucional”. Con ello, se arrogó funciones supra-judiciales, que violan, en forma flagrante, nuestra Constitución Nacional.

Nótese que, pese a lo público de la situación, su superior, la inefable doña Cristina, lo respaldó implícitamente, ya que no mereció el más mínimo comentario en la infinidad de discursos con que nos ha agredido desde entonces, dos de ellos por la cadena nacional de radiodifusión. Con ello, nuestra querida Presidente también cometió un delito dado que, en tanto funcionaria pública, está obligada a denunciar tales hechos.

Pero no terminó allí la payasada oficial. Otro gracioso integrante de la banda del tirano de Olivos, me refiero a Agustín Rossi, casualmente jefe de la bancada del frente kirchnerista para la derrota en Diputados, contribuyó a darle nueva interpretación a este desaguisado; ayer, sin ir más lejos, justificó el veto presidencial a los artículos que prorrogaban la vida de los partidos políticos chicos hasta 2012 con una frase que justificaría hacerle un baño de Constitución: “La última interpretación de la Ley la tiene el Poder Ejecutivo”.

Todos estos episodios no hacen más que agravar la sensación que me llevó a escribir la nota “¿Iguales?”, en la que me preguntaba cuánto de iguales somos ante la ley, como manda la Constitución. Porque, evidentemente, nuestra rojilla Embajadora en Venezuela, cuya lista perdió las elecciones en el gremio de aeronavegantes, donde se produjo el hecho descripto, es más igual que los demás, ¿o no?.

El segundo de estos sucedidos fue la información oficial de las interferencias amenazantes al sistema de comunicación entre el helicóptero oficial que transportaba a la “yegua” o al “pescado” –según nos informó el mismo Fernández sobreviviente- que, ante el descreimiento general, se transformó en un verdadero boomerang sobre el escaso prestigio de los Kirchner. Éstos parecen no saber que, cuando ellos dicen “buen día”, la gente sale con paraguas.

Nadie duda hoy que, simplemente, se trató de una operación del Gobierno para instalar la inseguridad y el riesgo que afectan a la figura presidencial. Sin embargo, ese es uno de los elementos básicos que le permitirían, por ejemplo, decretar el estado de sitio en la Argentina.

El tercero fue el saqueo, dispuesto por decreto de necesidad y urgencia, de las reservas del Banco Central, intangibles para el Gobierno por disposición de la ley, con el declarado fin de pagar los vencimientos de la deuda en 2010.

En un almuerzo al que concurrí ayer, y en el cual disertó Agustín Monteverde, este serio economista estimó el nivel actual de esas reservas en, aproximadamente, US$ 22.000 millones netos -es decir, después de restar al número informado por el Banco Central-, las obligaciones no contabilizadas a las que éste debe hacer frente. Como le creo a mi amigo Agustín y no a Redrado –al cual, además, le auguro poca vida en el elenco oficial- el desfalco dispuesto alcanza al 30% de las verdaderas existencias.

No voy a extenderme sobre las consecuencias financieras y económicas de la decisión adoptada, pues ya se han explayado suficientemente todos los analistas que conozco, pero sí sobre los aspectos políticos de la medida.

Porque, con este verdadero saqueo de dineros que no le pertenecen ni se encuentran bajo la administración de su Chirolita, don Néstor ha dado una muestra acabada de lo que piensa de las instituciones argentinas. Para él, sólo están allí para servir a sus deseos. Mientras mantuvo las mayorías simétricas en el Congreso, por lo menos disfrazaba sus abusos con una pátina de legalidad; hoy, que el favor de la gente lo ha abandonado y no puede obtener ese maquillaje, lo hace de la única manera que conoce y practica: burda, torpe y desembozada.

Aplicó esos mismos modos a través de don Guillermito, ese al que cuida las espaldas un tal “Acero”. Harto de necesitar comunicarse utilizando a su vocero, don Amadito, el señor Secretario de Comercio Interior se dio el lujo de desconocer una resolución emanada de su propia oficina hace dos años y que, por ello, se encuentra firme y ha generado derechos adquiridos. Me refiero, obviamente, a la fusión de Multicanal con Cablevisión, que don Néstor había bendecido cuando Clarín era su amigo íntimo.

Hizo lo propio con la conformación del organismo que reemplazará al COMFER, ya que ignoró la propia Ley de Medios que consiguió sancionar mientras tuvo las mayorías simétricas, disponiendo su integración sin contar con la firma del Vicepresidente de la República, en su función de Presidente del Senado. Este hecho, en particular, dio una muestra palpable de la forma en que Kirchner entiende la praxis política; “vendió” ese proyecto de ley como una manera de democratizar la información, inventando como enemigo al grupo Clarín, que no tenía demasiados defensores en general, para obtener una herramienta fundamental para poner un yugo pesadísimo a la prensa libre, con el ya descarado propósito de amordazarla para transformarla en un instrumento esencial para la conservación del poder.

Espero que, ante esta nueva muestra de la forma en que Kirchner entiende la democracia, los diputados y senadores que, no perteneciendo al oficialismo, levantaron dócilmente sus manos para satisfacer al tirano de Olivos aprendan la lección y comiencen a comportarse, como dice José Enrique Miguens, como adultos políticos.

Para concluir esta reseña, no puedo dejar de referirme a los hechos que se produjeron alrededor de la muerte de la familia Pomar. Porque, si usted se toma el trabajo de usar el programa Google Earth para escudriñar el lugar en que apareció el automóvil accidentado, descubrirá que –en el camino lógico, en el lugar lógico- sólo existen tres formaciones de árboles, por cierto muy pequeñas.

Entonces, el hecho de que la Policía de la Provincia –que, además, había recibido un llamado de un pasajero de un ómnibus que había visto el auto siniestrado- y que sólo debía buscar en esos tres lugares y no lo hizo, sólo puede tener dos explicaciones: está llena de imbéciles ineficientes o, lo que resulta más creíble, decidió no encontrar los restos para generarle a don Danielito, el esclavo de los pantalones bajos, un problema político mayúsculo.

A las mismas conclusiones parece haber llegado el Ministro Stornelli, que ha denunciado a su propia Policía como instigadora de los crímenes que, diariamente, incentivan la “sensación” de inseguridad que padecen los habitantes del Conurbano.

Todos esos episodios no hacen más que adelantar cómo viviremos los argentinos este verano, jaqueados por piqueteros oficialistas y pseudo opositores, por los camioneros de don Huguito amenazando a los jueces que quieran investigar su relación con la mafia de los medicamentos falsificados y, sobre todo, qué hizo con los ingentes fondos que el Gobierno le ha otorgado, a cambio del alquiler de su lealtad.

Porque, hoy, la realidad de nuestro país puede plantearse como un silogismo (¿se acuerdan?). Esa forma de razonamiento, creada por los griegos, podría traducirse así:
Uno: Kirchner sabe –sí, sabe- que no podrá volver a ganar una elección, ni siquiera en la ya lejana Santa Cruz.
Dos: Kirchner sabe –sí sabe- que, cuando pierda el poder, lo esperan la cárcel, el exilio o algo peor.
Ergo, estará obligado a recurrir a cualquier extremo para evitarlo.

Si pensamos, a partir de esa conclusión, que el 1° de marzo se encontrará con un Congreso opositor, ya que el veto al cual me referí más arriba le ha enajenado hasta el favor de los partidos –léase Sabatella, Pino Solanas. Macaluse y hasta Heller- que ven amenazada su existencia, descubriremos que la solución que Kirchner tiene que encontrar tiene plazo cierto.

Porque, conminados por su muerte decretada por doña Cristina, esos partidos chicos, que han acompañado hasta ahora al oficialismo, se verán obligados a votar en contra a los proyectos de un Gobierno que ha decidido destruirlos. Creo que, ahora, el kirchnerismo ni siquiera tendrá forma de usar su “Banelco”.-

Estoy convencido que todos los episodios descriptos en esta nota tienden a crear un clima aún más enrarecido en el país. Las instituciones, simplemente, han dejado de existir en Argentina, y don Néstor se apresta a firmar su certificado de defunción.

Ratifico, entonces, lo que dije cuando Kirchner gritaba desde los micrófonos, antes del 28 de junio, “yo o el caos”. Sostuve, en esa época, que el tirano de Olivos –obedeciendo el apotegma peronista que reza “el que avisa no es traidor”- estaba anoticiando a la sociedad de su voluntad de producir el caos si perdía, tal como sucedió.

Y, una vez generado ese caos, le resultará fácil decretar el estado de sitio y, para cuando venza su período de manos libres –el 1° de marzo- disolver el Congreso y dar su autogolpe.

Tiene la certeza de que tampoco en ese momento reaccionará con fiereza una sociedad que ha demostrado tanta apatía y tanto desinterés; que se conmueve y sale a la calle de su pueblo o localidad a protestar por un crimen concreto, pero no lo hace masivamente para quejarse por los miles de muertos que el negocio de los medicamentos falsificados debe haber producido, mientras las coimas que corrían hacia la campaña de Cristina, (sumadas a las valijas venezolanas), llegadas desde las droguerías que los “truchaban”, certificaban, al menos, la tolerancia oficial hacia ese repugnante crimen.

Todo esto tiene un final abierto, pues lo mismo intentó hacer Fujimori en el Perú hace unos años, y el tiro le salió por la culata. De todos modos, se acercan tiempos muy difíciles para mi querida Argentina, y debemos estar preparados y atentos para cuando lleguen.

Bs.As., 16 Dic 09

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Cómo se sale?

¿Cómo se sale?


“Aquél que desea pero no obra
“engendra peste”
William Blake


Resulta evidente, para cualquier observador, que la situación política argentina presenta características que convertirán a los próximos meses en escenarios, al menos, muy agitados. Y que el suceder de los acontecimientos tenderá a acelerarse.

El poder de Kirchner, en la medida en que su “caja” se va agostando –no es el amor el sentimiento que mueve a los gobernadores, a los intendentes y a los legisladores dependientes- cada vez le resulta más difícil comprar adhesiones con acciones que ya se han transformado en espejitos de colores, como las obras públicas prometidas durante la campaña electoral.

Hoy, la sumisión de quienes tienen responsabilidades ejecutivas en el país tiene un nombre casi común: los sueldos y, este mes, los aguinaldos. De esa imperiosa necesidad que tienen de evitar que sus provincias se incendien, depende la aquiescencia servil que algunos –don Danielito es el mejor ejemplo- le brindan a don Néstor.

La pretendida modificación de la reforma política en la Provincia de Buenos Aires demostró un famoso apotegma: los peronistas te acompañan hasta la puerta del cementerio, pero no se entierran con vos. Y eso fue lo que trataron de hacer los barones del Conurbano, que hoy, por la derrota de Kirchner el 28 de junio, ven sumergirse sus respectivas gestiones municipales en tembladerales peligrosos, tanto para su futuro político cuanto para su propia libertad individual. La toma del poder en varios de los consejos deliberantes por parte de la oposición hará que muchos intendentes vean poner en serio riesgo su permanente reelección y, más peligroso aún, la forma en que han conducido las finanzas de sus distritos.

Pero don Néstor, apoyado en su esclavo Danielito, consiguió torcer la voluntad de la mayoría en el Senado de la Legislatura bonaerense e impedir que se permitiera a los barones separar, en las fechas, las elecciones nacionales de las municipales. Kirchner consiguió colocar, en cada uno de sus cuellos, un nuevo salvavidas de plomo, como fueron las candidaturas “testimoniales” que tantos dolores de cabeza terminaron por producir.

El señor Hermegildo Sabat, con su habitual y fina percepción, dibujó a Scioli con los pantalones bajos en Clarín, y las malas lenguas adjudican a ciertas compras inmobiliarias, aparentemente realizadas por el Gobernador en Toscana y en Cerdeña durante su reciente periplo peninsular y registradas prolijamente por la SIDE en la carpetita de don Néstor, esa vocación suicida del “manco del espanto” por decir tantos sí a los deseos de Olivos.

Don Néstor ha decidido olvidarse del favor público para recostarse en la dudosa lealtad de don Huguito, el hombre del camión, aún a sabiendas que, cuando las papas quemen –y ya se huele a quemado en la CGT- lo traicionará para negociar, como siempre ha hecho la central sindical, con el poder de turno.

Lo mismo sucede con las organizaciones “sociales” adictas, que reclaman, cada vez con mayor virulencia, sentarse a la mesa de reparto de los subsidios millonarios que vierte la Rosada. No ignoran que los fondos necesarios para hacer frente a esas dádivas están mermando, y que la inflación se está comiendo gran parte de esas canonjías.

Volviendo a los barones, cabe señalar que éstos no podrán, alegremente, tolerar la incorporación de esas organizaciones a las listas de cooperativas favorecidas toda vez que, si lo hicieran, sus problemas se agudizarían notablemente: en muchos casos, los subsidios de “trabajo” representan más dinero que el que cobran los empleados municipales.

¿Se imaginan qué puede pasar en un escenario en el cual los piqueteros amigos del poder salgan a la calle a apoyar el “modelo” y los anti K salgan a la misma calle a protestar por haber sido marginados en el reparto? ¿Para qué otra cosa podría estar dedicando tanto esfuerzo a contratar a las barras bravas de los clubes de fútbol con la promesa de invitarlos a Sudáfrica?

Otro flanco que don Néstor no ha descuidado para el caos que busca producir, es el de las Fuerzas Armadas. Ha salido a entregar sobres a suboficiales que, en algunos casos, duplican el sueldo en “blanco” de los mismos, y mantiene una férrea lealtad de los cuadros en actividad haciendo pasar hambre a los retirados. Las Madres de Plaza de Mayo, que construyen viviendas con subsidios nacionales y sin rendir cuentas a nadie, adjudican a esos mismos suboficiales casas que cambian por sumisión.

El único aspecto que inquieta hoy a Kirchner tiene que ver con Comodoro Py y los jueces federales que lo habitan. Éstos, con el fino olfato que los caracteriza, han comenzado a notar que algo huele a podrido en Dinamarca, y han resuelto desempolvar viejos expedientes que comprometen muy gravemente al hombre de Olivos en los hechos de corrupción más gigantescos que recuerda la historia argentina. Esa preocupación será, a mi modo de ver, una de las razones esenciales de la aceleración de los tiempos políticos porque, ¿podría Kirchner soportar ser llamado a indagatoria sin que el mismo peronismo, uno de los movimientos políticos más caníbales que se conozcan, salga a hacerse un festín con su cadáver?

Como en todos los casos mencionados aquí, don Néstor nunca ha tenido amigos, sólo vapuleados –pero bien pagos- laderos. Esos mismos cómplices que, más allá de la crematística personal, lo odian sin reparo, y serán los primeros en “arrepentirse” cuando noten que el movimiento inercial del acompañamiento al cortejo fúnebre del tirano de Olivos los empuja, sin remedio, a la propia tumba.

Pero las preocupaciones cotidianas de la gente común pasan por otros rumbos: la inseguridad, el desempleo y la inflación. Doña Cristina, embarcada en exhibirse en escenarios internacionales pese a que su presencia siempre es precedida por noticias de corrupción en la prensa del país que visita, y don Danielito, empeñado en parecerse cada vez más a Mr Gardiner, el fantástico personaje de Kosinski que Peter Sellers llevó a la pantalla, hacen como que esos problemas no existieran. La primera, sigue dando discursos que nadie entiende y en los que nadie cree; el segundo, superado por una gestión que le resulta inmanejable, trata de sobrevivir echando policías y ministros a la calle.

Y quienes debieran ocuparse, como don Anibalito y don Amadito, se han transformado en meros bufones para el consumo diario de los noticieros políticos y económicos. Fernández, el peor de los caraduras, explicando a la gente que la administración de la Provincia no es problema del Gobierno nacional, cuando es de público y notorio que don Néstor nombra y despide funcionarios, amén de torcer la voluntad de las mayorías; y Boudou, porque se ha transformado en un mero vocero de don Guillermito, su “subordinado”, que sólo responde a Olivos.

Desde otro ángulo, la mayor preocupación de los ciudadanos informados es cómo salir de este atolladero en que Kirchner ha metido a la Argentina. Porque, aún suponiendo que fuera factible realizar un juicio político a la Presidente por corrupción, y procesar a don Néstor por una serie de actos criminales de envergadura, no encuentra un reemplazo razonable para sentar en el sillón de Rivadavia. Mira y examina a cada uno de los líderes opositores, sin descubrir a ninguno que reúna

Creo que esa preocupación resulta hoy superflua, en la medida en que se respeten las estipulaciones de la Constitución Nacional, es decir, que si conseguimos que los Kirchner se vayan, de una manera u otra, quien debe acceder al poder es el Vicepresidente, Julio César Cleto Cobos, con todo el arco político respaldando su gestión, ya que se trata de un esencial requisito.

Me permito sugerir la relectura de una nota antigua, “Cuidar a Cobos” (http://egavogadro.blogspot.com/2009/05/cuidar-cobos.html) en la cual enunciaba estos mismos caminos, y daba las razones para ello.

Estoy absolutamente convencido que, si pudiéramos arribar a una solución como esa, Argentina volvería al camino ascendente y recuperaría para su población el trabajo, la salud, la educación, la Justicia, la reinserción internacional y todas aquellas cosas que este insano proyecto patagónico nos ha quitado.

Bs.As., 14 Dic 09

martes, 8 de diciembre de 2009

¿Iguales?

¿Iguales?

“La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre,
"ni de nacimiento: No hay en ella fueros
“personales ni títulos de nobleza.
“Todos sus habitantes son iguales
“ante la ley, y admisibles en los
“empleos sin otra condición que la
“idoneidad. La igualdad es la base
“del impuesto y de las cargas “públicas”.
Art. 16 de la Constitución


En estos días, he leído tres libros[1] y muchísimas notas periodísticas que me han provocado inquietudes y, sobre todo, interrogantes.

Recordé, entonces, el artículo de la Constitución Nacional que he citado más arriba, y comenzaron a repicar en mi cabeza las lecciones que recibí en Instrucción Cívica, en el secundario y en la facultad.

Porque es evidente que, si un artículo en particular han vulnerado los Kirchner desde antes de asumir el Gobierno nacional, es éste. La igualdad ante la ley, uno de los principios básicos sobre los que se asienta el concepto de República, se ha transformado en letra muerta.

Cada vez con mayor frecuencia y con creciente ferocidad se producen episodios de violencia urbana, en los cuales delincuentes cada vez más jóvenes roban y, después de obtener el botín, igualmente matan a sus víctimas.

¿A qué se debe esto? Creo que la respuesta es muy sencilla: esos chicos delincuentes, criados en ambientes de miseria y desocupación absolutamente endémica y, ahora, arrasados por el paco, saben que su expectativa de vida no supera los 25 años. Y, aunque no lo sepan ni sean concientes de ello, la falta de una alimentación mínimamente adecuada en su infancia, les impide adquirir conocimientos.

Entonces, si su vida no vale nada, ¿por qué debería valer algo la de los demás?

A partir de allí, surge el primero de los interrogantes a los que me referí en el primer párrafo. Si la corrupción desaforada que reina en el “modelo K” es la culpable de esa miseria inmoral y de esa inmersión creciente en la desesperanza, y nadie juzga ni condena a los culpables, ¿somos iguales ante la ley?

Cuando muere un policía por falta de medios adecuados para proteger su vida y la de la sociedad, porque quienes administran el Estado se roban hasta el combustible y nadie va preso por ello, ¿somos iguales ante la ley?

Cuando un comedor comunitario de la Provincia de Buenos Aires se queda sin alimentos para atender a la masa de pobres que, aumentando cada día, sólo cuentan con ese recurso, mientras las empresas concesionarias de la obra pública sobrefacturan cada una de ellas, y nadie es siquiera indagado por eso, ¿somos iguales ante la ley?

Si, al menos en teoría, más de trescientos gremios están involucrados en el más canallesco de los negociados, el de los medicamentos falsos, y sólo siete personas están detenidas, ¿somos iguales ante la ley?

Es curioso que ese caso, el más paradigmático de la era K –porque están metidos en él no sólo los mayores aliados del Gobierno, los “gordos”, sino altos funcionarios y grandes aportantes a la campaña presidencial de doña Cristina- no haya producido la menor reacción en la población, esa misma que se alza a gritos contra un crimen individual ocurrido en su barrio.

¿Cuál es la vara con la que se mide a quien mata a una persona y a quien mata a cientos? La defensa de esos chicos asesinos, ¿no debería invocar estos argumentos?

Y qué decir de los reclamos diarios de la AFIP a gente que, abrumada por la presión impositiva más fuerte de la historia argentina, no puede pagar sus obligaciones y ve hasta sus cuentas corrientes embargadas sin aviso previo.

¿Cómo explicarle el principio constitucional cuando, todos los días, se entera de nuevos desfalcos multimillonarios, producidos con facturas “truchas” en casos que involucran a las más altas esferas gubernamentales?

¿Cómo justificar que, en el caso Skanska, o en el caso Siemens, o en el caso IBM, prácticamente no haya detenidos por evasión fiscal mientras la DGI persigue a quien no puede pagar sumas mínimas?

¿Cómo justificar, ante el pobre tipo que debe trotar por los pasillos de los entes recaudadores para explicar de dónde sacó el dinero para pagar su tarjeta de crédito, que esos mismos inspectores, tan exigentes en su caso, arreglen con el contador de los Kirchner una declaración jurada que no cierra por ningún lado?

Peor aún, ¿cómo exigirle a los ciudadanos que paguen los impuestos más gravosos de que se tenga memoria, mientras el poder exhibe impúdicamente el despilfarro de los dineros públicos en aviones privados, en subsidios que nadie controla ni investiga, en el “fútbol gratis”, en publicidad oficial, o, simplemente, en el robo más escandaloso de los caudales públicos?

¿Cómo puede justificarse que quienes nada tienen deban pagar el IVA sobre sus alimentos más básicos, mientras don “Alí Babá” Néstor y sus cuarenta ladrones siguen haciendo de las suyas con ese dinero que los más pobres entregan compulsivamente?

¿Somos iguales ante la ley?

El trabajador que ve como se diluye su salario carcomido por la inflación y contempla, azorado, el fabuloso enriquecimiento de los dirigentes, ¿es igual ante la ley?

El delincuente que va a ser juzgado por alguien a quien la Nación ha confiado la responsabilidad más grande de la República, cual es la de ser juez de los demás, y sabe que ese individuo es corrupto hasta el tuétano y que ha figurado en todas las “servilletas” del poder político, pero sigue ocupando el cargo, ¿es igual ante la ley?

El pobre jubilado cuyo salario mensual no le permite, siquiera, cubrir la canasta básica “medida” por el INDEC, y se entera de la escandalosa suma que percibe don Néstor por igual concepto, ¿puede sentirse igual ante la ley?

Mientras los opositores no se pongan de acuerdo en lo primero que tienen que hacer para recuperar la República de las manos de esta pareja que tanto daño ha hecho –y seguirá haciendo- a sus instituciones, es decir, en volver a la composición original del Consejo de la Magistratura, nada podrá hacerse.

Recordemos que “con una Justicia independiente, todo es posible; sin ella, nada es posible”.

Empecemos a pensar qué se podría hacer con un instrumento así, justamente aplicado, en manos de los ciudadanos. Podríamos terminar con la corrupción de todo tipo, podríamos terminar con el hambre más urgente, podríamos brindar salud y educación a toda nuestra población, podríamos tener policías verdaderamente “al servicio de la comunidad”, podríamos tener cárceles dignas y podríamos tener, fundamentalmente, jueces probos y justos.

Por todo ello, el jueves, a las 17, masivamente debemos decir ¡presente! en el Rosedal, para transformar el acto organizado por la Mesa de Enlace en un reclamo generalizado de la ciudadanía en general, en pos de seguridad, de orden y de solidaridad, y para festejar, como se debe, el triunfo de todos en las elecciones del 28 de junio, que el kirchnerismo ha logrado hacernos olvidar hasta ahora.


[1] “El dueño”, de Luis Majul, “Gracias, Néstor”, de Lucio di Matteo, y “Los secretos de la valija”, de Hugo Alconada Mom
Bs.As., 8 Dic 09

sábado, 5 de diciembre de 2009

No son caníbales

No son caníbales


“¡Oh engaño de los hombres, vida breve,
“loca ambición al aire vago asida!,
“pues el que más se acerca a la partida,
“más confiado de quedar se atreve”
Lope de Vega


El jueves por la noche, los opositores demostraron que no son caníbales o, al menos, que no están dispuestos a combatir al caníbal comiéndoselo. Reconozco que, en casi cualquier otra circunstancia y en casi cualquier otro país, eso sería un mérito innegable.

Pero no estamos en Uruguay, Brasil o Chile. Estamos en Argentina, y enfrente está Kirchner.

Después de su tentativa de dinamitar el acuerdo caballeresco que el arco opositor había ofrecido, y Rossi aceptado, y ante la evidencia de la derrota pública que se le había infringido, se resignó a autorizar la entrada al recinto de los diputados del Frente para la Victoria.

Pero creer que esa batalla implicó el fin de la guerra que él mismo ha desatado es una ilusión pues, más temprano que tarde, volverá a hacer de las suyas, y a incendiar el escenario a su paso.

Hace unos días, en una nota que titulé “¿Box o lucha libre?”, dije que los opositores estaban peleando en un ring, elegido por don Néstor, con las reglas del marqués de Queensberry, mientras que él lo hacía apelando a otras, más parecidas al kick-boxing. Y esta sigue siendo la triste realidad.

Anteayer, quienes resultaron victoriosos en la contienda electoral del 28 de junio, decidieron perdonarle la vida a un oficialismo que, en todos los casos, ha demostrado que es incapaz de tener piedad, no sólo con sus contendientes sino con su propia tropa –el Senador Picheto y el Diputado Rossi, ambos humillados por el tsunami que llega de Olivos, son los últimos ejemplos- y la población en general.

Para ello, los opositores construyeron una mayoría reconocidamente circunstancial, que el kirchnerismo destruirá tan pronto como le resulte necesario.

El propio don Agustín, que abusó en el recinto de su cara de piedra, sosteniendo a gritos que el oficialismo nunca había ejercido sus mayorías para imponer criterios a los demás –como si los pseudo debates por la Ley de Medios o por la reforma política hubieran sucedido en otra galaxia y en otro siglo-, declaró ante las cámaras, al finalizar la sesión, que se recurrirá a cualquier método para conservar la “gobernabilidad”, que las decisiones adoptadas en la Cámara ponían en riesgo.

¿Se necesita algo más para saber cómo es el enemigo?

Esa construcción precaria de una mayoría opositora, conformada por más de diecisiete bloques distintos de diputados, estallará en mil pedazos cuando el tirano de Olivos así lo quiera. Comprará voluntades, extorsionará mediante carpetas de la SIDE, intimidará con sus barras bravas, asfixiará a las provincias con sus superpoderes (ahora, renovados hasta el fin del mandato de doña Cristina), vetará decisiones parlamentarias, conculcará libertades y suprimirá la prensa libre.

Kirchner, demonizado en todas las encuestas con una intención de voto que no supera el 10%, ha decidido olvidarse de la opinión pública, cuyo favor sabe que no recuperará, para concentrarse en el poder, puro y duro. Cree que sólo un imperio económico gigantesco –conformado por bancos, dinero negro, empresas energéticas, constructoras, inmuebles de todo tipo, pesqueras y hasta casinos- puede ser la carta de negociación de su futuro, para evitarle la cárcel o el exilio.

Por eso resulta útil recordar que von Clausewitz, en su prolífica obra sobre la guerra, enseñó que, en ella, el enemigo debe ser destruido, de modo tal que no pueda volver a empuñar las armas contra el vencedor.

Los opositores optaron por una convención mínima, renunciando a pelear por la Presidencia de la Cámara, para lograr que algunos sectores, en nombre de una falsa tradición legislativa –recordar que el radicalismo, después de las elecciones de mitad de mandato de De la Rúa, se vio privado de las presidencias de ambas cámaras-, adhirieran y conformaran un quórum capaz de evitar una nueva maniobra kirchnerista. Sin embargo, nadie supone que, a partir de entonces, esa circunstancial alianza, tan amplia en su espectro, vaya a perdurar.

La pequeña diferencia de un voto en las comisiones de la Cámara es una leve dificultad para don Néstor, que ya se ocupará de dar vuelta a un diputado en cada una de ellas, como lo ha venido haciendo, en términos mayoristas, con todo el Congreso.

En otro orden de cosasa, una conducta que, en notas anteriores, recomendaba a los gobernadores exhaustos por la sangría a sus arcas que representan el impuesto al cheque y las contribuciones a la ANSES, es decir, la de emitir bonos para hacer frente a las obligaciones de sus provincias y evitar, así, la extorsión permanente del poder central, fue adoptada por Schiaretti como una amenaza esta semana.

A partir de ese anuncio, el Poder Ejecutivo nacional se vio obligado a abrir la bolsa –o, al menos, prometer hacerlo- para evitar que Córdoba –cuyo ejemplo seguirían las demás provincias- volviera a un infierno del que, se ufanan, los Kirchner dicen haber rescatado a la Argentina.

Espero que hayan aprendido los demás, porque lo absurdo fue que esos mismos gobernadores, por miedo al estallido social de sus provincias, incapaces de hacer frente a sus obligaciones por el saqueo al que son sometidas sus arcas por los pingüinos, llevan más de seis años concediendo a éstos la capacidad de continuar haciéndolo. Entregaron, con cada Ley de Presupuesto y con cada renovación de los superpoderes, las armas recargadas con las cuales Kirchner los fusila desde que asumió.

Por eso, todos debiéramos conocer, con nombre, apellido y foto, a los legisladores salientes que, a cambio de puestos oficiales o billeteras abultadas, entregaron a Kirchner y a doña Cristina al país atado de pies y manos por dos años. Debiera resultarles difícil, al menos, volver a caminar por las calles de sus pueblos y ciudades.

No es que crea que importaría mucho a quienes lo hicieron, porque los argentinos padecemos de flaca memoria, pero sí creo que una condena social fuerte es necesaria, sobre todo para mantener a raya a quienes acceden a sus bancas, o sus sillones (como Colombi, en Corrientes), el 10.

Ese día, a las 17:00 horas y en el Rosedal de Palermo, es imprescindible que estemos todos, sin distinciones ni banderías, en nombre de la República y de la libertad, para expresar nuestro deseo de recuperar ambos valores, de volver a contar con una Justicia independiente, sin la cual nada es posible.

Y es necesario, también, que ese acto se replique en cada capital de provincia, para decirle a los nuevos legisladores qué espera el país de ellos, y qué no está más dispuesto a tolerar.

Bs.As., 5 Dic 09

domingo, 29 de noviembre de 2009

Desierto a poblar

Desierto a poblar


“Jaén, levántate, brava,
“sobre tus piedras lunares
“no vayas a ser esclava
“con todos tus olivares”
Miguel Hernández



En estos días, cuando el 10 de diciembre se nos viene encima, tanto a nosotros cuanto a los Kirchner, es necesario detenernos a reflexionar un poco sobre el futuro.

Todos, incluidos los analistas de opinión de todos los signos, sabemos que, en la medida en que, desde estos niveles de desaprobación en que se encuentran don Néstor y doña Cristina resulta imposible regresar, ningún miembro de la pareja imperial podrá volver a ganar una elección presidencial.

Para evitar la pérdida de poder que, necesariamente, conllevará la cárcel o el exilio para los Kirchner, el tirano de Olivos está dispuesto –y lo demuestra diariamente- a llegar a cualquier extremo, se trate de amordazar a la prensa, estrangular a los diarios, comprar diputados y gobernadores, saquear a las provincias y a cuanta caja queda con vida, copar la calle y monopolizar los micrófonos, y cuanto pueda uno imaginar.

Siguiendo la máxima peronista que reza “el que avisa no es traidor”, don Néstor nos viene notificando, desde los días previos a la ya lejana derrota del 28 de junio, que dejará a la Argentina ante un dilema: “el caos o yo”. Sin embargo, para mantener férreamente las riendas en sus manos, hoy ha cambiado la fórmula, transformándola en “el caos y yo”.

Como venimos sosteniendo desde hace algunas semanas, Kirchner, viéndose perdido, lanzará un autogolpe, enmascarado bajo un caos social que agobia a la ciudadanía, para imponerse frente a un Congreso díscolo. Y si ello implicara la necesidad de disolverlo, lo hará sin hesitar.

He dicho, en notas pasadas, que lo único que nos salvaba de transformarnos en una república bolivariana eran las tres diferencias que separaban a nuestro pingüino del papagayo caribeño: la falta de apoyo popular (hoy Chávez lo está perdiendo); la falta de apoyo del Ejército y la falta de los petrodólares de PdVSA.

Al apoyo popular Kirchner lo está reemplazando por la ocupación de la calle por las hordas de D’Elía y Pérsico, que le son afines, y por la cooptación de las barras bravas de más de 50 equipos de fútbol, a las cuales se les ha prometido viajar -a costa del Estado, claro- al Mundial de Sudáfrica, a cambio del apoyo físico a las intenciones del tirano. En algunos círculos, cunden versiones que dicen de la captación de cuadros subalternos del Ejército y de la Policía, mediante el otorgamiento de prebendas dinerarias secretas.

A la falta de explícito respaldo castrense, don Néstor lo está reemplazando con lo que mejor maneja: la caja. Así, los sueldos de los militares en actividad ahora más que triplican a lo que ganan sus colegas retirados, asegurándose con ello una disciplina que, en el caso de los comandantes de las fuerzas, raya en el servilismo y la obsecuencia. Además, y a fuerza de mantener bajos los salarios durante los primeros años del kirchnerato y de asfixiar los presupuestos de las Fuerzas Armadas, ha conseguido que ingresen a éstas aquellos que sólo buscan un empleo rentado, por necesidad, y no quienes tienen vocación por la defensa militar.

Y, como dije más arriba, a la falta de petrodólares y de crédito internacional, las está supliendo con el rascado final a los fondos de todas las latas disponibles, sean éstas de los jubilados, de los bancos, de las provincias o de los ahorristas privados.

Frente a este desolador panorama que plantea el kirchnerismo a la sociedad, los opositores parecen haber dejado de lado sus diferencias, al menos por ahora, para constituir una oposición vertebrada para impedir que el Congreso continúe siendo el reino del revés que ha sido desde 2003.

Esa posición podría llevar a que, a partir del 10 de diciembre –por un garrafal error del propio Gobierno en el decreto que prolongó las sesiones ordinarias hasta ese día, inclusive- el Parlamento pueda comenzar a trabajar sobre las leyes más conflictivas que don Néstor obtuvo y que constituyen la base de su maquinaria de poder: las del Consejo de la Magistratura, la de coparticipación de impuestos, la Ley de Medios y la Ley de Reforma Política que, casi con seguridad, será sancionada esta semana.

El jefe de la bancada del Frente para la ¿Victoria? en Diputados, Agustín “Cara-de-Piedra” Rossi, ha anunciado ya que el Ejecutivo vetará todas y cada una de las leyes que el Congreso sancione sin el aval oficialista, invocando la justificación de la remanida gobernabilidad. Y ha dicho, sin que se le moviera un solo músculo, que el Gobierno nunca había impuesto sus decisiones, sino que había obtenido consensos.

Con esas expresiones, el santafecino no ha hecho más que ratificar la teoría del autogolpe pues ¿qué mejor traducción tiene esa palabra sino la que implica el desconocimiento de las facultades de los otros poderes del Estado?

Por eso es imprescindible que nos reunamos todos en la Plaza del Congreso el 10 de diciembre, a las 19:00 horas, después de acompañar al campo en su propio acto en el Rosedal, para lanzar un S.O.S. ciudadano a los legisladores, reclamando Seguridad, Orden y Solidaridad, sin banderías de ningún tipo, en nombre de la República y de la libertad, para festejar el triunfo del 28 de junio y respaldar a nuestros representantes, y para gritar un gigantesco ¡basta! a las políticas que el kirchnerismo pretende seguir imponiendo pese a la derrota.

Pero, volviendo al título de esta nota, empecemos a pensar que hay después de Kirchner, después de la tierra arrasada en que convertirá a la Argentina, después de la consolidación de un poder económico inédito, después del aislamiento y el descrédito internacionales, después de la destrucción metódica de todas las instituciones y de los organismos de control.

En la Roma republicana existía una institución, la Dictadura, que implicaba la designación, por el voto ciudadano, de un funcionario al que se otorgaba la suma del poder público en épocas de crisis gravísimas, pero por un período determinado. Eso hoy, gracias a Dios, resulta imposible de replicar en la Argentina contemporánea.

Baste para justificar ese agradecimiento una frase que escuché hace muy poco: “¡Qué buenos gobernantes serían los Kirchner si fueran buenas personas!” . Porque, ¿quién podría garantizarnos, con las experiencias de todo tipo que hemos tenido, que un dictador lo fuera?

Entonces, para que Argentina pueda volver al camino del desarrollo y de su reinserción global, resulta imprescindible que los opositores al modelo K actúen de modo que sus conductas trasciendan el mero acuerdo para quitarle los resortes de poder al tirano de pacotilla que hoy gobierna desde la quinta de Olivos.

Los diferentes partidos políticos deben comenzar a trabajar en los puntos de coincidencia que cada uno de ellos tiene con las demás fuerzas, para ponerse de acuerdo en qué hay que hacer para sacarnos de este pantano en el que todos –todos- nos hemos metido.

Para que esta realidad que hoy tanto nos aflige existiera, todos los ciudadanos hemos trabajado, muy eficientemente por cierto:
los empresarios, con su silencio cómplice y cobarde, retribuido con prebendas de todo tipo o bajo la -¿terrible o ridícula?- amenaza de recibir la visita de la AFIP;
los políticos, con sus sucesivos cambios de opinión y camiseta, comprados por la billetera kirchnerista o bajo la amenaza de exponer sus flaquezas pasadas;
los gobernadores, que han preferido sacrificar el futuro federal del país a cambio de la tranquilidad presente que brinda la caja unitaria;
los jueces, que han permitido el avance del Ejecutivo sobre los demás poderes y que han permitido la impunidad de la corrupción oficial, a cambio de ascensos y buenos sueldos o bajo la amenaza de despidos y de carpetazos; y
hasta los ciudadanos de a pie, que todos los días hacemos caso omiso de cuanta ley nos hemos dado para permitir la convivencia en sociedad, por comodidad y egoísmo individualista o porque la corrupción no tiene castigo ni reproche, y porque no reaccionamos frente a los permanentes abusos y excesos del poder ni ante el deterioro de nuestras libertades y nuestras costumbres.

No creo en la frase de Duhalde, quien dijo que ”la Argentina es un país condenado al éxito”, pero sí lo hago en la capacidad de nuestra sociedad de reconducir su destino.

Si consiguiéramos dar al mundo la certeza de que la seguridad jurídica impera en nuestra tierra, que se respetan las libertades individuales, que se cuenta con instituciones fuertes y sanas, que se castiga eficientemente la corrupción, que nuestros contratos son respetados, que nuestras estadísticas son creíbles, que nuestras políticas públicas están dirigidas a terminar con la pobreza y la marginalidad, a incentivar la educación, a proteger las inversiones y a fomentar las exportaciones, tendríamos que empezar a fabricar defensas ante la invasión de capitales externos, de propios y extraños, que el país recibiría.

Si, en cambio, no logramos nada de eso, Argentina continuará desaparecida de todos los mapas mundiales, se agravará el desprestigio y el ridículo internacional en el que hemos caído, y llegaremos al final de una historia que hubiera debido tener mejor destino.

Los argentinos debemos elegir, aquí y ahora, si queremos ser libres o si seguiremos siendo esclavos de nuestros mezquinos intereses personales, y estamos dispuestos a ceder nuestra libertad para protegerlos.

Enfrente, tenemos el desierto que dejará Kirchner. ¡Salgamos a poblarlo de República y de libertad!.

Bs.As., 29 Nov 09

lunes, 23 de noviembre de 2009

Corrupción, como genocidio

Corrupción, como genocidio

“Padre –me dice Hailu-, es el principio de
“vuestro fin. No podemos seguir viviendo más
“tiempo de este modo. Estamos cubiertos de
“ignominia. Las muertes en el norte y las
“mentiras de la corte han hecho que vivamos
“en la infamia. El país se hunde en la
“corrupción, sus gentes mueren de hambre, a
“cada paso no hay más que ignorancia y
“barbarie. Estamos avergonzados de lo que
“aquí ocurre, nos da vergüenza este país. Y
“como no tenemos otro, padre, tenemos que
“sacarlo del fango nosotros solos”
Ryszard Kapuściński, “El Emperador”


Los diarios y los noticieros de TV, literalmente, chorrean corrupción, en niveles nunca vistos en la historia argentina, a punto tal que han hecho que nuestro país descendiera siete posiciones en el ranking mundial, para equipararse a los países más atrasados y feudales del África negra.

Todos los días nos enteramos de nuevos hechos, que demuestran la total desvergüenza del modo de ejercer el poder de la pareja imperial y sus cómplices.

Más allá de los rumores, nunca comprobados, de la compra de estancias y tierras en el sur por parte de ministros y sindicalistas ligados, por turbios negocios, al tirano de Olivos, realmente asombra la pasividad social frente a hechos tan graves como la falsificación de medicamentos, por ejemplo.

Resulta un tópico común decir que la sociedad argentina sólo reacciona frente a las arbitrariedades cuando le tocan su órgano más sensible –el bolsillo- pero hasta eso ha dejado de ser cierto en nuestro país. La confiscación de los ahorros privados, depositados por sus titulares voluntariamente en las AFJP’s, no motivó protesta alguna entre los afectados.

Tampoco se ve un incremento en la combatividad de los jubilados, pese a que la permanente recurrencia del Poder Ejecutivo a las arcas de la ANSES para financiar cuanto proyecto estrafalario se le ocurre, transmite la certeza de la futura nueva crisis del sistema provisional.

Es cierto que todos esos proyectos, sin excepción clientelistas y corruptos, son vendidos diariamente por el Gobierno como signos de su sensibilidad social, y que ello evita que se alcen fuertes voces en su contra.

Resulta muy difícil, por ejemplo, oponerse a la incorporación al sistema jubilatorio de un millón y medio de personas que, por no haber realizado aporte alguno, carecían del beneficio, pero alguien debería explicarle a la población que, con la ampliación de la expectativa de vida y la baja tasa de natalidad de Argentina, cada vez hay menos activos para sustentar, con sus contribuciones, a los pasivos. Ello llevará, inexorablemente, a la quiebra de la ecuación del sistema, como ha ocurrido en casi todos los países europeos.

Lo mismo ocurre con la asignación pseudo universal por hijo, que el Gobierno dispuso por decreto, para evitar la verdadera que proponían todos los proyectos en tratamiento en el Legislativo. Sería bueno que se explicitara que el sistema, tal como ha sido puesto en marcha, sólo favorecerá el clientelismo favorable al futuro candidato oficial, don Néstor.

Pero lo sustantivo de esta nota, y de allí su título, es la lisa y llana corrupción, frente a la cual el “robo para la corona”, atribuido en su época a Manzano, aparece como la conducta de un ladrón de gallinas.

Más allá de que los casos concretos, por viejos, resultan casi excluidos del conciente colectivo -como los fondos de Santa Cruz, las facturas de Skanka, la valija de Antonini Wilson, la desaparición de US$ 90 millones del fideicomiso venezolano, la compra de tierras en Calafate, el crecimiento geométrico del juego y de la droga, la misma falsificación de los medicamentos, la adulteración de los datos del INDEC, el inexplicable crecimiento del patrimonio “blanco” de los Kirchner y otros funcionarios públicos, el apoderamiento de empresas para “argentinizarlas” en manos de amigos, la bochornosa adjudicación de sobrevaluadas obras públicas a esos mismos amigos, la impúdica utilización de bienes públicos para beneficios privados, la compra de aviones y yatchs por parte de los ladrones encaramados al poder, etc., etc., etc.-, no podemos olvidar, ni por un momento, cómo repercute el costo de esa corrupción en nuestro entramado social.

¿Cómo no nos detenemos a pensar qué podría hacer el Estado, honradamente administrado, con el dinero que hoy paga el “fútbol gratis” y la liberación de los “goles secuestrados”? ¿Cuántos alimentos o medicamentos se podrían comprar con lo que la pareja gasta en aviones para llevar, exclusivamente, los diarios del día hasta Calafate? ¿Cuántos hospitales y escuelas podrían hacerse con los inflados costos de las obras públicas, especialmente en Santa Cruz? ¿Cuántos remedios se podrían comprar con los aportes del Estado a Aerolíneas Argentinas, para que ésta sea usada como taxi por sus directores? ¿Cómo justificar el recrudecimiento del dengue por falta de un presupuesto adecuado, cuando se dilapida el dinero en proyectos faraónicos que nunca se concretan, salvo en el costo de los honorarios de las consultoras amigas? ¿Cuántos más helicópteros, armas y chalecos, autos y motos se podrían comprar para mejorar la seguridad cotidiana que, todos los días, se lleva la vida de los ciudadanos?

Lo que está ocurriendo en nuestro país que, no olvidemos, puede producir alimentos para 400 millones de personas, es un verdadero genocidio. Y, sin embargo, no hay una reacción colectiva frente a ello, que imponga al poder la adopción de políticas públicas destinadas a paliar los flagelos que azotan a nuestra sociedad.

Hay verdadero hambre en el Chaco, en Formosa, en Jujuy, en Salta y, también, en el Conurbano bonaerense. Millones de nuestros compatriotas carecen de la alimentación necesaria para el desarrollo del cerebro, y la estamos condenando a la ignorancia y a la falta de desarrollo. Miles, por otra parte, se ven afectados por enfermedades endémicas que requieren de una fuerte inversión para ser erradicadas, tales como el dengue y el mal de Chagas. La educación pública, que fue uno de los orgullos de nuestro país, prácticamente ha desaparecido, por la falta de planes inclusivos, por la transformación de los maestros en “trabajadores de la educación”, por la falta de inversión, por la pobreza de la población pero, sobre todo, por la manipulación política del tema, para usarlo como ariete contra los gobiernos provinciales díscolos y, también, para mantener a la población sujeta a la voluntad del poder.

Según las definiciones internacionales en boga, genocidio es un ataque que se consuma contra un sector determinado de la población, buscando su exterminio.

¿Qué está haciendo este gobierno con nuestros hermanos más pobres? Las armas que usa –el hambre, la enfermedad y la ignorancia-, ¿son menos letales que los fusiles y las bombas? Creo que no; muy por el contrario, tienen efectos que durarán generaciones enteras. Sin embargo, nadie reacciona.

También es cierto que tampoco reacciona la sociedad cuando de defender la República se trata. Pero, a veces, resultan temas tan sofisticados que resultan de imposible comprensión por parte de la gran masa de la población.

Para alguien que debe salir todos los días a juntar cartones, que debe hacer colas interminables en los dispensarios de salud y en los hospitales públicos, que debe pernoctar en la calle para obtener una vacante en una escuela pública, que diariamente percibe que la inflación le recorta su magro ingreso, y que vive con miedo en la calle y en su casa, ¿puede resultarle trascendente el cambio en la composición del Consejo de la Magistratura?

¿Cuántos de nuestros compatriotas accedían a las cifras del INDEC? ¿Cuántos leen los diarios y revistas de opinión? ¿Cuál es rating de los programas políticos en televisión? Si los propios dirigentes fueron incapaces de reaccionar cuando se sancionó, tramposamente, la Ley de Medios, ¿cómo pedirle al ciudadano de a pie una actitud distinta?

Si los legisladores y líderes políticos y sindicales guardan silencio cuando se cercena la libertad de prensa, ¿con qué cara puede exigírsele a la población que asuma la defensa de algo tan elemental?

Si los empresarios, tan fervientemente aplaudidores durante la gestión de los Kirchner, tienen verdadero pavor del Gobierno, no porque los pueda matar sino porque el disenso es premiado con visitas de la AFIP, ¿qué se le puede decir a los demás que, aún desde una pobreza abyecta, son obligados a sustentar los subsidios por la vía del IVA que pagan sobre los alimentos de primera necesidad.

¿Cómo explicar a los habitantes del Conurbano que yo pago sólo $ 8 por bimestre de gas, mientras ellos deben pagar hasta $ 140 por igual período?

¿Cómo justificar que, con los impuestos, esos mismos habitantes paguen la universidad de los privilegiados, cuando saben que nunca podrán mandar sus hijos a ella? ¿Qué quiere decir, en ese caso, “igualdad de oportunidades” si, cuando el hijo de un obrero llega a la facultad, debe competir con otros que ni trabajan ni deben gastar dos horas diarias para viajar?

Es por todo eso que estamos convocando al acto del 10 de diciembre, a las 19:30, en la Plaza de los Dos Congresos, para pedir por la República, con seguridad, con orden y con solidaridad.

Tenemos que decir ¡basta!,
¡basta de corrupción!,
¡basta de pisotear las instituciones de la República!,
¡basta de controlar a la Justicia!
¡basta de pobreza y miseria!
¡basta de hambre!,
¡basta de inseguridad!,
¡basta de enfermedades curables!
¡basta de remedios truchos!
¡basta de extorsionar a gobernadores y legisladores!
¡basta de robar la plata de escuelas y hospitales!,
¡basta de avanzar sobre nuestras libertades!,
¡basta de manipular los índices y las estadísticas!
¡basta de prepotencia!,
¡basta de confrontación!,
¡basta de atacar a las fuerzas armadas!
¡basta de clientelismo!
¡basta de piquetes!
¡basta de listas-sábana!
¡basta de candidaturas “testimoniales”!
¡basta de nepotismo!
¡basta de despilfarro!

De nosotros mismos depende todo eso. Debemos asumir el compromiso ciudadano de participar, de dejar de entregar la administración del país a los que sólo pretenden lucrar con ella, aún a costa del hambre y de la pobreza. Debemos recordar que estos K no salieron de un repollo; salieron de nosotros, de esta sociedad enferma de individualismo y de apatía, de “no te metas”.

Tenemos una oportunidad el 10 de diciembre. Por Dios, ¡no la desaprovechemos esta vez!

Bs.As., 23 Nov 09

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Las leyes y la realidad

Las leyes y la realidad


“Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”
Mahatma Ghandi



En estos momentos, y por impulso del oficialismo, se está tratando en el Congreso la Ley de los Partidos Políticos, que hoy mismo fue aprobada en comisión por la Cámara de Diputados.

A riesgo de resultar reiterativo, vuelvo a leer –y admirarme- la fantástica comparación que José Enrique Miguens realizó entre la actual situación por la que atraviesa la política en la Argentina y lo que sucedió en la República de Weimar cuando llegó Hitler al poder.

El artículo en cuestión –“Darse cuenta”, que vuelvo a poner a disposición de quien lo solicite- incluye un párrafo que, por lo breve, me permito transcribir textualmente. Dice Miguens: “Sin tener nunca mayoría “parlamentaria ni la mayoría del electorado, Hitler fue acumulando poder “ley por ley consiguiendo apoyos de unos o de otros, cada uno por razones “diversas, sin que se dieran cuenta de que estaban empollando entre todos “el huevo de la serpiente”.

Eso es, precisamente, lo que ha ocurrido en nuestro país. Así pasaron, frente a las narices de una oposición dividida y mezquina leyes como la que reformó el Consejo de la Magistratura, la que –año a año- delegó facultades legislativas al Poder Ejecutivo y destruyó todo vestigio de federalismo fiscal, la que permitió a los corruptos blanquear sus fondos mal habidos y detener los procesos penales por evasión, la que autorizó el saqueo de los fondos privados de las AFJP’s, la que ahora permite terminar con la libertad de prensa y concentra el poder de comunicación en manos de Kirchner, y tantas otras.

Ayer se produjeron dos hechos que, por lo repetidos, no debieran llamarnos la atención y, sin embargo, siguen haciéndolo. El primero fue el discurso que doña Cristina pronunció ante un Simón Pérez a quien la edad le impidió gesticular para expresar su asombro; en esa alocución, además de sostener disimuladamente la “relación carnal” que hoy nos vincula a Chávez (por favor, no pregunten cuál es el rol de nuestro país en esa extraña pareja que don Néstor formó con el bolivariano don Huguito), la Excma. señora Presidente habló del cinismo que conlleva falsear la verdad. Oírla, por televisión, decir eso fue uno de los peores cachetazos que he recibido.

El segundo, obviamente, fue la reunión que su Chasman particular mantuvo en Olivos con el Gobernador electo de Corrientes quien, antes de asumir su mandato, ya ha traicionado a todos sus votantes, a su partido político y al país todo.

Volvamos, entonces, al título de esta nota. Las leyes que Kirchner ha obtenido y las que pretende hacer votar por este Congreso pueden ser buenas o malas en abstracto, y por ello merecerían ser discutidas hasta el cansancio, para llegar a un verdadero consenso republicano.

Pero de lo que ya no puede caber ninguna duda es que se han transformado –y las que vengan lo seguirán haciendo- en instrumentos nefastos en las manos de don Néstor, en los picos y los martillos con los cuales terminará de destruir lo poco que los seis últimos años han dejado en pie en el país.

Quien dude de esta característica del tirano de Olivos limítese a hacer una lista. Cayeron, bajo su picota, el campo, la industria del interior, la Justicia, las Fuerzas Armadas y de Seguridad, la educación, la salud pública; ha agravado la corrupción a niveles nunca vistos, ha destruido y robado empresas enteras, ha destruido los partidos políticos, ha acabado con el federalismo, nos ha privado de libertad, está destruyendo a la prensa libre, ha invadido nuestra intimidad, ha vilipendiado la honra de innumerables ciudadanos, ha calumniado, ha difamado, ha saqueado las arcas públicas, provinciales y nacionales, ha machacado la hombría de los industriales y de los gobernadores, ha terminado con la seguridad jurídica, y ha destruido el futuro de, al menos, una generación de argentinos y de todos los jubilados.

Hoy, después de seis años de haber llegado don Néstor al poder, período en el cual el país se benefició de condiciones internacionales nunca vistas en un siglo, Argentina está inerme e indefensa, el dengue y el mal de Chagas reinan en el NOA y en el NEA, los pobres que habían conseguido emerger han vuelto a caer, millones de argentinos padecen hambre, la droga hace estragos entre nuestros niños y jóvenes, la inseguridad se ha hecho dueña de nuestras vidas y haciendas, y el miedo, como un siniestro pájaro, planea sobre la política y sobre los ciudadanos.

Los fieles lenguaraces del Gobierno, tales como don Aníbal, don Randazzo, don Depetri, don Moyano, don D’Elía, don Pérsico, don Scioli, don Capitanich, don Uribarri, y tontos otros, comparecen diariamente ante las cámaras de televisión y los micrófonos de radio a negar, más o menos elegantemente, la realidad, como lo hace la propia doña Cristina cada vez que encuentra un atril; pero debieran recordar a Perón cuando dijo: “La “única verdad es la realidad” y ésta es, exactamente, la que he descripto en los párrafos anteriores.

Es por ello que, cada día más, resulta imprescindible que, el próximo 10 de diciembre, a las 18:00 horas, todos los argentinos de bien nos reunamos en la Plaza de los Dos Congresos bajo un lema único: festejar el triunfo del 28 de junio, por la República, con Solidaridad, con Orden y con Seguridad. Y esa multitud debiera replicarse en las plazas frente a las legislaturas provinciales y a los consejos municipales.

Que nuestra masiva presencia impida que los legisladores y los propios gobernadores traicionen, en el futuro, el mandato que recibieron en las urnas.
El campo está organizando, para el mismo día pero en el Rosedal de Palermo, un acto para festejar la asunción de los diputados que tienen extracción rural. Si ese evento pudiera realizarse a las 15:00, todos podríamos acompañarlo en sus justos reclamos, y todos podríamos marchar juntos, al terminar, al Congreso.
Por una vez, aunque sea, los argentinos buenos, como diría Ghandi, debemos dejar de lado nuestros problemas personales, nuestros miedos, nuestra comodidad, para ofrecer unas horas y algunos esfuerzos por el futuro de nuestra Patria, de nuestros hijos y de nuestros nietos.
De otra manera, el 11 será tarde, y Kirchner dará su autogolpe para perpetuarse –él, su mujer y hasta su hijo, seguramente- en el poder, rodeado de sus riquezas mal habidas y de sus 40 ladrones.
¡Dios, Señor de la Historia, apiádate de nuestro país!
Bs.As., 18 Nov 09

sábado, 14 de noviembre de 2009

¿Box o lucha libre?

¿Box o Lucha Libre?

“¡A la calle! que ya es hora
“de pasearnos a cuerpo
“y mostrar que, pues vivimos,
“anunciamos algo nuevo”
Gabriel Celaya


Con total prescindencia de mi visión acerca del autogolpe que se aproxima, que fue motivo de mi nota anterior –opinión que, aún deseando equivocarme, sostengo y con la cual concuerda hoy el excelente James Neilson en su editorial de la revista Noticias-, quiero llamar la atención respecto a dos hechos, ambos producidos por actitudes de la señora Carrió y su partido.

El primero es la oposición de los diputados del ARI, encabezados por el lúcido Adrián Pérez, a la postura del radicalismo, puesta en palabras por el ponderado Oscar Aguad, que pretende impedir que el kirchnerismo continúe en la Presidencia de la Cámara, en nombre de una costumbre: se da ese cargo a la primera minoría.

Así llegamos a la razón del título que he elegido para esta nota.

Lilita y sus acólitos me recuerdan a los viejísimos films en los cuales el protagonista, envuelto en una pelea callejera, recurría a las caballerescas reglas del box que sancionó el Marqués de Queensberry, mientras que su oponente apelaba a todos los trucos y artimañas, a los golpes arteros, a las patadas y, cuando era el caso, hasta a las armas para vencer.

Don Néstor no es un caballero, ni su sucesora una dama. Ninguno de ellos está dispuesto a someter su accionar cotidiano a norma o regla alguna, así como tampoco lo está de mantener algún tipo de coherencia, sea ésta ideológica, política o verbal.

Los Kirchner continúan ocupando el centro del ring, exclusivamente, por el desprecio que sienten por la verdad, por la República, por las instituciones y por la democracia. Y porque todos sus contendientes resultan expulsados de ese centro, tanto por sus propias incapacidades para arribar a consensos cuanto por las limitaciones que les imponen sus creencias y las normas de conducta de cualquier persona de bien.

La situación actual se asemeja a una mesa de poker en la cual el dueño de casa, cuando va perdiendo, se lleva el pozo diciendo que se está jugando a la canasta o al truco, o al otro que cambia la música de la fiesta, que fue realizada para bailar hiphop, porque quiere un tango, lo mismo da.

No pretendo que nadie combata al caníbal comiéndoselo, pero sí que todos, especialmente los legisladores electos, utilicen el poder que les han concedido las urnas para limitar, en la medida de lo posible, la capacidad de daño que este tipo, un verdadero energúmeno criminal, está dispuesto a infligir a la sociedad argentina, ya sumamente golpeada.

Entonces, caballeros, reaccionen, y recuerden que, enfrente, tienen a un tahúr y un truhán. A alguien capaz de cualquier cosa con tal de conservar el poder, porque sabe que perderlo implicará para él, para su mandada, para sus testaferros y cómplices, la cárcel, el exilio o algo peor.

Piensen solamente que todos los analistas políticos, locales y extranjeros, coinciden en que, desde los niveles de impopularidad que gozan ambos miembros de la parejita imperial, no se regresa y, por ello, los Kirchner tienen la certeza de que, nunca más, podrán volver a ganar una elección en Argentina. Y comiencen a imaginar, si pueden, qué no estará dispuesto a hacer para conservar la impunidad.

Deben combatirlo en todos los terrenos en lo encuentren, cada vez que salga de su madriguera de Olivos. Y la Presidencia de la Cámara de Diputados es sólo la primera de las batallas que, sin duda, planteará don Néstor. Si no fuera trágico, resultaría risible que, invocando solamente una costumbre –él, que ha demostrado desconocer todas cuando lo ha necesitado- se conceda ese resorte tan importante del poder republicano a un kirchnerista.

El segundo de los hechos que pretendo exponer ante la luz pública, muy vinculado al anterior, fue el reiterado paseo de la líder del partido por diferentes programas periodísticos, pidiendo la desmovilización de la sociedad, invocando los riesgos personales que deberán afrontar quienes se atrevan a ocupar, en nombre de principios republicanos y de la seguridad ciudadana, el espacio público. Es más, su prédica –estoy seguro- tuvo mucho que ver con la cancelación del “tractorazo” que el campo tenía previsto realizar el 6 de noviembre, confluyendo, desde distintos puntos de concentración, en la ciudad de Buenos Aires.

Cuando, hace unos días, escribí la nota sobre el autogolpe que preveo, dije que éste sólo podría tener éxito porque, en la otra vereda de don Néstor y doña Cristina, hay una sociedad apática, anómica, deprimida y angustiada. Con esa afirmación, obviamente, no descubrí la pólvora, porque es algo que cada uno de nosotros palpa diariamente en la calle.

Considero que la postura pacifista de la bienintencionada señora Carrió dejará a la ciudadanía –y a sus representantes- más inermes aún frente a la horda kirchnerista. Les regalará el uso, y el abuso, del espacio público, un ámbito del cual don Néstor sabe adueñarse, aunque sea a palos o trompadas.

Creo que todos tenemos la obligación –además, obviamente, del derecho- a manifestarnos, a juntarnos para expresar nuestros anhelos, y sostengo que nadie debe impedirnos hacerlo, aún cuando se produzcan intimidaciones o “patoteadas” de los inadaptados oficialistas. Si al mismo Ghandi no lo asustaron las actitudes británicas, que llegaron a ametrallar multitudes, ¿por qué deberíamos tener miedo nosotros? ¿Somos tan corderos que vamos a permitir que nos roben el país y el futuro?

Es por eso, repito, que un grupo de personas, todas ellas muchísimo más importantes que quien esto escribe, se encuentra avocado a organizar un gran acto, apartidario, el día 10 de diciembre, a las 18:00 horas, en la Plaza de los Dos Congresos.

El objetivo del acto será festejar juntos, sin distinciones de ningún tipo, esa celebración de la democracia que fue el 28 de junio y respaldar a los nuevos legisladores para que asuman y ejerzan, con lealtad y patriotismo, el mandato que han recibido en las urnas, sabiendo que, a partir de ahora, la ciudadanía estará mirándolos fijamente.

Estamos convocando a los sindicatos, a las organizaciones sociales, al campo, a las universidades, a los partidos políticos, a todos los credos, a la prensa, a los colegios profesionales, a todas las formas de expresión ciudadana, porque será un acto por la República, por el orden, por la seguridad y por la solidaridad.

Pretendemos una multitudinaria expresión del deseo de la comunidad entera de vivir en paz (pero no la de los sepulcros), con instituciones firmes, con respeto a la Constitución, con seguridad cotidiana, sin exclusión, con verdadera Justicia, con educación y con salud, sin que ello implique manifestarnos contra nadie, excepto contra aquellos que no acepten estas reglas básicas de la convivencia social.

En nombre de esos objetivos, pido a todos y a cada uno de los lectores de esta nota que la difundan por todos los medios posibles (Internet, Facebook, MySpace, Sónico, etc.), incluyendo a todos los órganos de prensa del país, porque resultaría absolutamente ideal que ese acto se replicara frente a las legislaturas de cada una de las provincias, frente a los consejos de cada uno de los municipios.

Desde ya, anticipadas gracias a todos.
Bs.As., 14 Oct 09