lunes, 27 de abril de 2009

Infamia electoralista

Infamia electoralista

Es bien sabido que al empobrecido Conurbano, especialmente al segundo y tercer cordón, se lo mantiene en esa situación para obtener allí los votos que geografías más generosas convierten en esquivos para los Kirchner y sus actuales y alquilados cómplices, los ‘barones’ territoriales, con los cuales han debido pactar para intentar conservar un poder que, día a día, se les escurre de los dedos.

Sin embargo, la infamia que este fin de semana don Néstor y don Daniel, su esclavo, han consumado es un nuevo escalón en el descenso hacia el abismo electoral.

Intentar convocar a los votantes con el remedo actoral de Eva Perón constituye la mayor falta de respeto que un gobernante puede realizar frente a su electorado.

Ya no se trata, como hizo don Néstor durante su mandato, y ahora hace doña Cristina en el suyo, de disfrazarse de paladín de los derechos humanos, o de un fantástico e inventado Robin Hood moderno que despoja a los ricos para distribuir entre los pobres.

Aquí se trata, en realidad, de hacer “recordar” a uno de los íconos reales más fuertes que tiene ese electorado mediante la suplantación del símbolo por su “merchandising”. Es como fabricar una guerrilla rural vistiendo a vecinos con camisetas que llevaran, en su frente, un dibujo del Che.

¿Realmente, creen don Néstor y don Daniel que su electorado es imbécil? ¿Están, en verdad, convencidos que colando en la lista a la “Evita” de mentira pueden hacer que quienes aún adoran a la Evita de verdad les cedan sus votos?

¿Tanto desprecian a la inteligencia de su gente? Es cierto que, cada vez más, la sumergen en el analfabetismo y en la miseria y en el hambre, pero no lo es menos que sólo un simio sería capaz de tragar este embuste.

Disentí, hace unos días, con quienes definen a las candidaturas “testimoniales” como una estafa al electorado. Y lo hice porque la maniobra no contiene un ardid, elemento indispensable para que un hecho se transforme en un fraude.

En ese caso, se ha anunciado que quienes resulten electos no asumirán sus cargos legislativos, y continuarán los puestos ejecutivos actuales. Y mi escaso trato cotidiano con los habitantes de ese Conurbano, y las encuestas que me llegan, me permiten creer que los más pobres saben a qué atenerse.

Esto de hoy, la candidatura de doña Clotilde (alias, Nacha Guevara) es distinto. Tengo la certeza que la futura diputada usará en la boleta –una nueva ‘sábana’- su nombre, sea el verdadero y legal, sea el de fantasía. Es, por cierto, lamentable que esta verdadera artista se haya prestado a ello pero, evidentemente, una vez más la oportunidad tiene cara de hereje.

Pero los habitantes del segundo y tercer cordón no asistieron –tengo la más absoluta certeza- a las representaciones teatrales del exitoso musical, por lo cual la apelación a la memoria de la Evita real deberá hacerse, necesariamente, mediante disfraces, rodetes, maquillajes e impostaciones de voz, y eso constituirá la infamia a la que me refiero en el título.

Como dije, ya se los ha dejado sin comida, sin vivienda, sin cloacas, sin agua potable, sin salud. Pero, a pesar de todo, conservan la dignidad.

Esa dignidad que ha impedido que los actos políticos del kirchnerismo, convocados a fuerza de micros, choripanes, tetrabriks y dádivas, se convirtieran en verdaderamente multitudinarios en estos últimos tiempos.

Ni siquiera pagando estos señores consiguen realizar “encuentros con la militancia”, como los llaman, fuera de recintos cerrados. No pueden soñar con un poder de convocatoria como el que ejerció el cadáver de Alfonsín, ni tampoco con caminar libremente por calles y pueblos.

Kirchner falta el respeto, todos los días, a su clientela electoral. Le habla de modelos exitosos de distribución de ingresos y de viviendas fantasmas, de cloacas inexistentes, de escuelas no construidas, de obras inauguradas varias veces y aún faltantes. Le miente, con su mejor cara, de fantásticas cancelaciones de deuda externa, de triunfantes renegociaciones.

Pero sus disciplinados oyentes –cuando se ven esos actos en televisión se nota qué pocos aplauden estas sandeces- carecen de todas aquellas cosas que hacen que la vida merezca ser vivida, que permiten imaginar un futuro mejor para sus hijos.

Esos ciudadanos de quinta clase, que no tienen agua y ven a sus hijos enfermarse diariamente, que no tienen trabajo ni vivienda digna y ven a sus hijos caer bajo la espada del paco, que no tienen escuelas ni hospitales y ven cómo se roba a mansalva desde las más altas esferas, que cobran salarios cada vez más miserables y ven a sus hijos pasar hambre, que dejan sus casas para ir a trabajar y ven cómo han sido despojados de sus escasos bienes, que salen a la mañana e ignoran si volverán sanos y salvos por la noche, hoy son objeto de un nuevo y feroz agravio.

Evidentemente, con el poder en fuga, don Néstor y don Daniel han perdido los últimos resabios de vergüenza.

Sólo espero que esos ciudadanos, a los que se insultará una vez más, castiguen con sus votos a estos infames.

Bs.As., 27 Abr 09
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