martes, 28 de junio de 2011

¿República o qué?

¿República o qué?





“El mayor castigo para quienes




no se interesan por la política




es que serán gobernados por




personas que sí se interesan”
Arnold J. Toynbee






Desde el anuncio de la señora Presidente de su inscripción para participar en las elecciones de octubre, mucha agua ha corrido bajo el puente; lamentablemente, toda ella en sentido contrario a los principios de deberían regir una república que se precie de tal.

Recuerdo cuando, en los ya lejanos días de fines de 2007, doña Cristina, ungida como candidata por el mágico dedo de don Néstor (q.e.p.d.) prometía, a troche y moche, respetar las instituciones y, con ello, producir un salto cualitativo respecto a la gestión de su marido, que tanto las había pisoteado.

Como todos sabemos, nada de eso se cumplió. Muy por el contrario, se agudizó el centralismo y el ejercicio absoluto del poder, concentrando aún más la decisión en una mesa cada vez más chica. El Gabinete de Ministros continuó sin existir, las conferencias de prensa –esas a las que se someten todos los presidentes del mundo normal- nunca se produjeron, y se puso al servicio del Gobierno todo el aparato de comunicación del Estado. Los organismos de control no recuperaron sus facultades y el país continuó careciendo de estadísticas, es decir, sin una brújula que permita tanto a sus autoridades cuanto a los inversores determinar sus políticas y adoptar sus decisiones.

Pero, como digo, ese cuadro de situación, que los argentinos soportamos impávidos desde 2003, sufrió un deterioro mayor a partir del anuncio de la inscripción de la señora de Kirchner en la carrera presidencial.

Lo que sucedió hasta el sábado, a cuatro horas de la finalización del plazo para inscribir candidaturas y listas, fue la apoteosis de un estilo de gobierno que se construyó sobre la base de la humillación de aliados y compañeros de ruta, y de demonización de los opositores, fueran éstos políticos o empresariales.

El viernes, una vez más, esa triste figura, por cierto tan optimista y esperanzada, del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires soportó un nuevo castigo, tal vez el más grande desde que doña Cristina, por entonces Senadora, lo flagelara públicamente en el Congreso. La inconsulta designación de don Mariotto como candidato a Vicegobernador no solamente implicó desconocer cualquier deseo de don Danielito sino que, a futuro y para el improbable caso de que éste ganara las elecciones de octubre, constituirá una verdadera espada de Damocles, dispuesta a cortar cualquier rebeldía y, sobre todo, cualquier camino independiente que Scioli pretendiera transitar.

Por lo demás, como es obvio, constituyó un verdadero desafío, un ninguneo, al poderoso PJ de la Provincia de Buenos Aires, ese con cuya ayuda don Néstor (q.e.p.d.), a fuerza de zanahoria y palos, pudo construir su poder omnímodo.

La designación de don Amado –“del Amado”, tituló Perfil- para acompañarla en la fórmula presidencial, pese a tratarse de uno de los nombres que danzaban en el imaginario político, fue otro paso en el mismo sentido. El Ministro no ha demostrado otras virtudes, ni historia, que las que provienen de la fidelidad canina a su dueña; el elogio explícito de ésta a la capacidad de cambio de su compañero de fórmula ponderó esas características, aún cuando esas modificaciones en ideologías y métodos constituyen verdaderos giros copernicanos respecto a su pensamiento reciente.

Tal como explicara muchas veces, doña Cristina no tenía, en su entorno más íntimo, nadie que pudiera desempeñar el rol que cumpliera “Isabelita” para el Gral. Perón. Y tuvo que escoger y privilegiar a un sector de su, ahora fisurado, FpV respecto a otros.

Así, quedaron en el camino, rumiando su rencor y su venganza, personajes de la talla de don Moyano, don Piumato y hasta don D’Elia, que tanto aportaron, en su momento, para garantizar la paz de la calle al kirchnerismo reinante.

Doña Cristina optó por La Cámpora, esa cohorte de intelectuales rentados por el Estado que, en el “relato” oficial, fueron organizados por don Máximo Kirchner. Dejó en el camino a los “barones” del Conurbano, a sus más fieles espadas legislativas, a los aparatos justicialistas provinciales, a la CGT y a los piqueteros más enfervorizados. Ese abandono, y esas traiciones, se transformarán, más temprano que tarde, en costosas facturas que llegarán a la Casa Rosada.

Porque los “muchachos”, que tienen siglos de experiencia en la materia, saben que, en un eventual nuevo gobierno kirchnerista, sus “bases” serán serruchadas sin compasión y sin dilación, que perderán sus “territorios” y que, básicamente, se pretenderá prescindir por completo de ellos para construir un “socialismo del siglo XXI”, a imagen y semejanza del desastre al que ha llevado a Venezuela su propio papagayo caribeño.

La opción de doña Cristina por el ala pseudo izquierdista del FpV está conduciendo a ese movimiento a un suicidio masivo.

El organismo del PJ reaccionará, como lo ha hecho tantas veces desde 1973, generando los anticuerpos necesarios para conjurar una amenaza que, tal vez sin armas, intentará imponer sus criterios mesiánicos –hoy crematísticos- al conjunto de la sociedad. Ésta aún no ha tomado conciencia, embrutecida por los plasmas y los automóviles, en el caso de la clase media, y por la falta de educación y de futuro, en el caso de los sectores más miserables, del destino que un triunfante “cristinismo” le tendría reservado.

A partir del sábado pasado, la CGT –con el propio Moyano a la cabeza- el peronismo territorial y hasta los piqueteros marginados han pasado a una ofensiva que, no por silente, dejará de ser trascendental. Sus manifestaciones públicas dependerán del resultado de las próximas compulsas electorales, pues ellas permitirán medir, más certeramente que cualquier encuesta comprada, la real fortaleza del kirchnerismo.

Porque, como ya se dijo en estas notas, el Gobierno llegará a la fecha crucial del 14 de agosto con graves y sonoros cachetazos: la Capital, Santa Fe y Córdoba. Los votos que ha obtenido en las pequeñas provincias en las que ya hubo elecciones no le servirán frente a la derrota en los grandes distritos a los que, después de la designación de don Mariotto para secundar a don Danielito, se sumará la Provincia de Buenos Aires.

De agosto a octubre, la segura polarización del electorado detrás del candidato opositor más votado pinchará, con absoluta certeza, el globo inventado del “ya ganó”. Si de algo estoy seguro, es que doña Cristina no se presentará para perder; cómo será instrumentada esa deserción final, no lo sé, pero esa ignorancia no me hace cambiar de opinión.

Mientras tanto, desde el ex quincho de Olivos o desde el Salón de los ¿Próceres? Latinoamericanos –recuérdese que uno de los retratos pertenece al asesino “Che” Guevara- la señora Presidente sigue haciendo retroceder a la República.

Ya no se trata del uso del dedo gran elector, pecado que comparte con muchos de los partidos opositores, sino del extraordinario abuso del aparato estatal puesto el servicio a los intereses de su sector político. No resultó bastante el “Fútbol para todos”, que atosiga con su publicidad y su endiosamiento del fallecido, ni con el enorme andamiaje de la Televisión Pública o la “prensa militante”.

Se requirió, entonces, convertir a la residencia de los presidentes argentinos y a la propia Casa Rosada en unidades básicas conquistadas, a fuerza de negocios y billeteras, por los nuevos “jóvenes idealistas”, falsos herederos de los originales, que pretendieron obtener idénticos objetivos mediante la sangre y el fuego.

Al Gobierno, sin embargo, le han comenzado a salir los tiros por la culata. La pacificación de la calle, prometida por doña Garré después de criticar tan duramente a don Anímal Fernández, voló por el aire el domingo en Núñez.

Si la violencia continúa, no será la Policía Federal, que vio cómo caían heridos por la turba más de veinte de sus hombres desarmados, la que pondrá la carne de cañón para enfrentarla. Menos, si se piensa en cómo la han criticado y escarnecido desde el poder don Verbitsky y sus secuaces; lo mismo ocurrirá con la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que también ha sufrido la invasión de su jurisdicción por las fuerzas federales, y que lo vive como una afrenta directa.

Esa violencia puede llegar, casi espontáneamente, de los sectores más empobrecidos de la población. Basta conversar con algunos productores de alimentos básicos –por ejemplo, los lácteos- para confirmar cuánto se caído el consumo de los mismos, por efecto de la inflación que tanto castiga a quienes dedican todo su salario a la compra de comida.

El “modelo” -¡vaya uno a saber en qué consistió, más allá de enriquecer a los integrantes de la banda que rodeó, desde siempre, a los Kirchner!- se ha agotado. Sólo puede huir hacia adelante, hacia más intervención en la economía, hacia más estatización, hacia más inflación.

En definitiva, hacia más poder absoluto y menos República.





Bs.As., 28 Jun 11








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jueves, 23 de junio de 2011

Entre aprontes y partidas

Entre aprontes y partidas








¡Pa’ lo que te va a durar, tanta alegría y placer!



lo que vas a cosechar cuando entrés a recoger



cuando te des cuenta exacta de que te has gastáo la vida,



en aprontes y partidas, muchacho, te quiero ver
Celedonio Flores





No han sido pocos quienes, después del anuncio de Doña Cristina de su inscripción para participar en las elecciones generales del 23 de octubre, me llamaron para consolarme, para “gastarme” o para cobrar las apuestas que, según decían, me habían ganado, dado mi cerril convencimiento –que mantengo- de que no se presentará en esa fecha.

Sin embargo, cortaron la comunicación llevándose sólo una comparación útil: quienes, alguna vez, asistimos a las carreras de caballos, sabemos por experiencia que una cosa es anotar un pingo para correrla y otra, muy distinta, es hacerlo entrar en las gateras para estar, efectivamente, en la partida.

Tal como dije en mi nota anterior (http://tinyurl.com/62ryhqz), nuestra eximia y elegante Presidente no tenía otra posibilidad que hacer ese anuncio, toda vez que, de lo contrario, a partir del domingo 26 no podría conseguir, siquiera, que le sirvieran un café.

Antes de tomar la decisión final, la viuda de Kirchner deberá contemplar, estremecida, los cachetazos que recibirán Filmus, en la Ciudad, y Rossi, en Santa Fe. En Córdoba, al menos, no tendrá siquiera candidato propio, pero su agrupación –el FpV o el FpD, según se mire- saldrá cuarta, y las elecciones internas, obligatorias y simultáneas del 14 de agosto pueden convertirse en el certificado de defunción del kirchnerismo (¿recuerda lo que pasó con don Carlos “Patillas” en 2003?).

Con esos números, confirmados por todos los encuestadores, en las próximas elecciones locales y la sangría de barones del Conurbano que acaba de encabezar Cariglino, ¿me quiere decir dónde obtendrá el 45% que el “ya ganó” está prometiendo?

De todas maneras, las “rarezas locales”, que dieron título a la nota precedente, continúan, toda vez que, a cuarenta y ocho horas del cierre del plazo para inscribir las fórmulas, doña Cristina no se ha dignado informarnos quién será llamado a secundarla ni quién será el que acompañe a don Daniel en la Provincia. Es toda una falta de urbanidad, especialmente con el pobre felpudo que gobierna el primer distrito del país, a quien quieren imponerle un candidato a vicegobernador que le serrucharía, a partir del mismo 11 de diciembre, el piso.

Hasta hoy, los jueces alquilados siguen respondiendo a las necesidades de sus locadores y, con ello, consiguen abreviar el lapso que media entre la tapa de un diario y una página interior, protegiendo así a la señora Presidente.

Que los Shocklender y Bonafini (también Julio de Vido y sus sobreprecios, don Ricardo Jaime y sus subsidios, don Hugo Moyano y sus medicamentos, y don Capaccioli y sus fondos de campaña) continúen gozando de su libertad, lo mismo que los funcionarios que debían controlar qué hacían con el dinero nuestro que les regalaban (y que aquellos, seguramente, devolvían, por lo menos en parte, a la caja feliz del kirchnerismo) es una verdadera ofensa a la razón y al principio constitucional de igualdad ante la ley. Pero permite que los parricidas y la “madre de todos” –y los ministros y cómplices- guarden silencio sobre todos los secretos que, con certeza, comprometen a toda la cúpula del Gobierno.

Por otro lado, la juez Arroyo ha postergado –para mucho más allá de octubre- el momento en que doña Cristina y su entenada, doña Estela Carlotto, deban recibir el golpe que les propinará el resultado del análisis del ADN de los Noble-Herrera. Para comprobar la intención de esta decisión judicial baste con decir que, en la medida en que los jóvenes se han prestado espontáneamente a que su sangre sea comparada con la de todos los desaparecidos, el recurso que la juez invocó para adoptarla se transformó en abstracto.

La propia doña Estela dijo hoy: “El día que nos enteramos de manera sorpresiva de que los abogados de estos jóvenes se habían presentado ante la justicia para que se hicieran los exámenes en el Banco, que se comparen con todas las familias y se realice de manera inmediata, quedamos todas heladas. Nos provocó estupor, pero también satisfacción porque es lo que queremos”.

Para que lo entiendan quienes, gracias a Dios, tienen la suerte de no ser abogados: doña Arroyo ha suspendido, llamativamente, la comparación porque una cámara superior a ella había limitado la medida a quienes habían desaparecido antes de mayo de 1976 (fecha comprobada del nacimiento de los Noble-Herrera), y esa limitación estaba apelada por la Secretaría de Derechos Humanos (de don Eduardo Luis Duhalde) y por las Abuelas de Carlotto.

Sin embargo, en la medida en que los jóvenes han aceptado no tenerla en cuenta y aceptar que se los compare con todos los que dejaron su sangre en el banco de datos genéticos, aún la de los familiares de desaparecidos con posterioridad a esa fecha, ya no hay nada que discutir.

Sólo la oportunidad electoral para que se confirme, ya sin duda alguna, que todas estas acusaciones a la viuda dueña de Clarín fue una falsa imputación de un delito (técnicamente, la comisión de una calumnia) por parte de la Presidente, desde el atril colocado en la ex ESMA, y una flagrante manipulación de los derechos humanos con fines políticos. Agravada, por cierto, por el desprecio de los derechos personalísimos de los Noble-Herrera y por las persecuciones agraviantes que éstos sufrieron de parte de una juez alquilada que, alguna vez, deberá rendir cuenta de sus actos.

De todas maneras, los opositores debieran aprender de sus errores de una buena vez, ya que pagarán con sangre la sanción de las leyes de reforma política y de medios de comunicación. Lo harán a partir de la semana próxima, cuando deban depender de una justicia -con minúscula- para protegerse de los abusos del oficialismo en materia de propaganda electoral. Beatriz Sarlo hizo, esta mañana, una espléndida descripción de esa situación en su nota del diario La Nación (
http://tinyurl.com/5tb8f8l), que recomiendo efusivamente.

En fin, y más allá de qué pase con River el domingo, tenemos todavía por delante unos días sumamente complicados para el oficialismo, que hoy confía en la Copa Libertadores para revertir su imagen. No le será fácil, pues los hechos recientes, y los que aparecerán a medida que nos acerquemos a agosto, le seguirán complicando la vida, como un castigo autoimpuesto.

Como decían los programas de radio –Tarzán, El Llanero Solitario- cuando yo era chico, “continuará …”.




Bs.As., 23 Jun 11




lunes, 20 de junio de 2011

Rarezas locales

Rarezas locales








“Rara, como encendida,


te hallé bebiendo, linda y fatal,


bebías y en el fragor del champán


loca reías, por no llorar...”
Enrique Cadícamo









Una vez más, el kirchnerismo exitoso y triunfador -¿recuerdan el “¡ya ganó!” que intentó vendernos?- es el mejor generador de sus propios enemigos, que lo arrastrarán a la derrota final y a la desaparición.

Los nuevos escándalos que rodean al affaire de las Madres de Plaza de Mayo y al Inadi impiden que la tradicional y anestesiada mala memoria de los argentinos, incrementada por la adquisición de plasmas y automóviles y por el “Fútbol para Todos” y las diferentes copas del deporte por excelencia, alcance sus niveles acostumbrados.

Recordemos que nadie se pregunta hoy qué pasó con don Ricardo Jaime y sus subsidios, con don Hugo Moyano y sus medicamentos “truchos”, con don Néstor (q.e.p.d.) y los fondos de Santa Cruz o los terrenos del Calafate, con don Julio de Vido y los sobreprecios de Skanska, con doña Felisa Micheli y su bolsa de dólares olvidados, con los empresarios amigos del poder y su súbita prosperidad, con doña Nilda Garré y los denunciados negociados con los bienes de las Fuerzas Armadas, etc., etc., etc.

Sin embargo, doña Hebe y los Schoklender, por un lado, y don Morgado y doña Rachid, por otro, han producido escándalos tan recientes que resulta imposible que el anuncio del lanzamiento de un satélite o los festejos del próximo 9 de Julio los envíen al baúl de esa mala memoria antes de las elecciones.

Además, los dos episodios son verdaderos torpedos que han impactado bajo la línea de flotación del kirchnerismo, dado que ambos se vinculan al “relato” de la torpe y tuerta política de derechos humanos al que el Gobierno ha sido tan afecto como para convertirla en el eje central de su discurso.

El hecho de que ninguno de los imputados –directivos, representantes, funcionarios públicos, financistas, lavadores de dinero, traficantes de drogas- se encuentre tras las rejas –pese a que la ley dice que los jueces sólo pueden conceder la excarcelación de los sospechosos si la libertad de éstos no les permite alterar las pruebas en la investigación, cosa que sucede en este caso- constituye una nueva rareza imputable a los alquilados jueces federales que moran en Comodoro Py.

Hace pocos días, el Dr. Alberto Solanet nos recordó que don Lorenzetti, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, había informado públicamente que ésta había llegado a un acuerdo con los restantes poderes del Estado para establecer una política para el tratamiento de las causas llamadas de “lesa humanidad”. Mi personal opinión sobre esta Corte, a la que casi todo el mundo considera uno de los mayores logros de don Néstor (q.e.p.d.) fue expuesta en una nota que puede leerse en
http://tinyurl.com/3lsswdy, pero debo confesar que este “acuerdo” es una verdadera rareza local, tan solo comparable a lo que sucede en la Venezuela del papagayo caribeño.

Recientemente, cuando todavía competía por el favor del dedo presidencial en su carrera por la Jefatura de Gobierno porteña, don Amadito contó con el público asesoramiento de don Zaffaroni, también miembro de esta ensalzada Corte, y hoy ha trascendido que goza del mismo privilegio la propia señora Presidente, para el proyecto de eterna perpetuación, vomitada por doña Diana Conti meses atrás. Otra rareza local a ser estudiada por los constitucionalistas del mundo entero.

La aceptación de los jóvenes Noble-Herrera de la confrontación de su patrón genético con todo el arco de los desaparecidos permite suponer, ya que disponen de los medios económicos para saberlo con anticipación, que las pruebas producirán resultados negativos. El momento elegido para hacerlo no es inocuo, pues derrumbará otra construcción kirchnerista y permitirá que la Presidente y doña Carlotto sean imputadas por el delito de calumnias.

Hugo Alconada Mom nos informó hoy, en La Nación, que el GAFI castigará duramente a la Argentina, y que existe una fuerte presión de los Estados Unidos (entre otros países) para que ello ocurra.

Con ironía, sugerí al Congreso, cuando fue sancionada la Ley de Blanqueo de Capitales (ver
http://tinyurl.com/2bdnt8t), una interesante posibilidad; lamentablemente, la dispersión en el voto en las parlamentarias impidió que los opositores pudieran unificar criterios para evitar esta nueva humillación que el kirchnerismo está propinando al ya tan menguado prestigio internacional de nuestro país.

Nuestro egregio Canciller, el hijo de Jacobo (¡gracias, Lanata!), ya lo había arrastrado por el piso haciendo de vista aduanero en el avión militar estadounidense, y la tardía devolución del material disparatadamente incautado –qué raro todo, ¿no es cierto?- no permitió que la gestión del Gobierno recuperara ningún brillo ni, tampoco, que el episodio pudiera ser utilizado para la vidriera política interna.

Finalmente, la última rareza local lo constituye el hecho de que doña Cristina se permita, a cuatro días del vencimiento del plazo para la oficialización de las candidaturas presidenciales, mantener la incógnita acerca de su eventual postulación. El discurso de hoy, en Rosario, tan esperado en ese sentido, no fue más que el habitual cúmulo de falsedades y autopromoción de su figura y del “modelo”.

Contra la opinión absolutamente mayoritaria de mis amigos, muchos de ellos personajes de relevancia política o analistas y periodistas de peso, sigo creyendo que la señora Presidente no se presentará finalmente. Ello no significa que deje de anotarse como si fuera a hacerlo, porque eso le implicaría dejar de tener poder alguno desde ahora mismo pero, aún así, estoy convencido de que desistirá a último momento.

Ya se ha comenzado a barajar, tal como presumiera en mi nota anterior (
http://tinyurl.com/3lcjx9u), la posibilidad de dejar sin efecto las internas abiertas, simultáneas y obligatorias ya que las mismas -como razonara Alfredo Leuco hace algunas semanas- se convertirán, de hecho, en la primera vuelta electoral; tristemente para el Gobierno, de emitir un DNU para hacerlo –un proyecto de ley con esa intención no sería sancionado por el Congreso- tendría qué inventar, también, qué hacer con el actual requisito de la obtención de un porcentaje mínimo de los votos del padrón como habilitante para la candidatura oficial.

En fin, las recientes bombas que el kirchnerismo oye explotar a su alrededor, y cada vez más cerca del bunker de comando, me dicen que mi creencia se confirmará, y las matemáticas electorales, puras y duras, están empujando a doña Cristina en esa dirección; la ausencia de don Néstor (q.e.p.d.) no sólo se siente ante la imposibilidad de un nuevo enroque sino que los reemplazantes elegidos para el “armado” –don Zannini y don “Chueco” Mazzon- tienen, en comparación con “Él”, menos cintura política que un huevo.

Tenemos, por delante, una rara semana. ¿Qué otras tempestades traerán los vientos sembrados?








BsAs, 20 Jun 11


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sábado, 18 de junio de 2011

Luis Muro de Nadal

Luis Muro de Nadal





Hoy ha muerto Luis Muro de Nadal, mi suegro pero, antes que nada, mi amigo. Fue un hombre culto, un hombre sano, un hombre valiente, un hombre trabajador, un hombre de profunda fe y, sobre todo, un hombre bueno.






Nacido en España, en 1915, llegó a Argentina con pocos años, traído por sus padres, que ya vivían aquí. Sin embargo, siendo un joven estudiante de ingeniería, sintió que Dios y su Patria estaban en peligro y, sin dudar, regresó para poner su vida a servicio de esa causa, y lo hizo durante tres años, en el frente de lucha.






Al terminar la contienda, nuevamente volvió a la Argentina para graduarse y comenzar a trabajar en su especialidad. Se casó en 1944 con Olga Gagliardi Vionnet, de quien enviudó hace muy poco tiempo. Juntos, fueron fundadores del Movimiento Familiar Cristiano en la Argentina.






En su digna vejez, su vocación por servir hizo que se integrara a esos samaritanos que, diariamente, llevan consuelo y compañía a los enfermos terminales en los hospitales públicos.






Su familia, encarnada en sus seis hijos, hoy se encuentra representada por sus nietos y bisnietos en Nueva York, en México, en España y en República Dominicana.






A poco de conocernos, hace hoy mismo cuarenta años, se transformó en mi gran amigo, reemplazando de algún modo a mi propio padre, muerto en 1979.






Me despido de él con enorme tristeza, pero con la certeza de que Dios lo está esperando en el Cielo para sentarlo entre los justos.






Que Cristo lo acompañe. ¡Adiós, Luis!



16 Jun 11




domingo, 12 de junio de 2011

La incómoda actualidad del oficialismo

La incómoda actualidad del oficialismo






“Si no está en nuestro poder
el discernir las mejores opiniones,
debemos seguir las más probables”.
Descartes







Lamentablemente, para quienes ejercen hoy el poder en la Argentina, las cuentas que fueron guardándose en el cajón de la cómoda de Olivos comienzan a ser tantas que impiden ya cerrarlo.

Si hacemos algo de memoria en materia económica, los disparates comenzaron hace mucho, con la prohibición de exportar carne y con el congelamiento de las tarifas de energía. La primera, tal como predijimos en su momento, produjo la liquidación de rebaños y el alza del principal constituyente del menú de los argentinos; el segundo, la pérdida de treinta años de reservas de gas y petróleo, la desaparición de las inversiones y la necesidad de afrontar, con subsidios ya inaccesibles, la importación de combustibles a precios internacionales.

Tampoco fue menor, en ese mismo campo, la liquidación de la confiabilidad en el Indec y sus estadísticas, que es lo mismo que extraviar la brújula con la que se guía la economía del país y, sobre todo, la mirada de los interesados en venir aquí a colocar su dinero y generar puestos de trabajo y aumentar la oferta de mercaderías. Que la Argentina posea una de las más altas marcas de inflación del mundo tiene entre sus causas más importantes la escasez de oferta frente a una demanda artificialmente recalentada por el Gobierno. El verdadero hachazo que don Hugo “Camión” le dio al “relato” oficial es una declaración de guerra al Gobierno, de lo cual hablaré más adelante.

Desde otro ángulo, la acumulación de cuentas impagas también se debe a factores comerciales y, sobre todo, monetarios. El sideral crecimiento del gasto público, que este año se incrementará en otro 40%, llevó a don Néstor (q.e.p.d.) a robar los fondos privados administrados por las AFJP’s, en dinero mensual y en stocks acumulados (en acciones de compañías privadas y en bonos del propio Gobierno), que le han permitido al Gobierno gastar a mansalva y, ahora, a exigir el pago de insanos dividendos en efectivo. Para continuar el despilfarro y la corrupción, se recurrió a saquear al Banco Central y a la Anses y, cuando eso no fue suficiente, volvió a encender la “maquinita” de impresión de billetes, aunque ésta se encuentre en Brasil.

La errática y cortoplacista política exterior, sustentada durante años en las relaciones carnales con Venezuela –que permitieron la realización de fantásticos negociados y el tráfico de valijas, “asesores” militares y narcóticos-, llevó a que la Argentina se haya caído del mapa del mundo, y hoy se encuentre totalmente aislada, si se excluye a la profunda conversación sobre cosméticos y afeites que mantuvo en Roma doña Cristina con un casi derrumbado Berlusconi. Los métodos de “patrón-de-la-vereda” de don Guillermo Moreno han probado, una vez más, su ineficacia, especialmente cuando fueron aplicados a China y a Brasil, que amenazaron con hacer estallar la burbuja cristinista de soja y automóviles.

La inventada y falsa historia de los derechos humanos de la pareja imperial, hoy reducida a la doliente viuda de su autor, ha explotado al descubrirse que su mayor exponente, doña Hebe, tenía los pies de barro y que su famoso ícono, las Madres, se dedicaba a robar a los más pobres entre los pobres, tal como denunciaron organizaciones sociales del Chaco, para comprar, con el producto de su latrocinio, bienes que ofenden a la sensibilidad de un país cada vez más embrutecido y miserable.

La muerte de don Néstor (q.e.p.d.) se llevó, como dijimos en esta columna a los pocos días del suceso, al verdadero operador del equilibrio entre las distintas alas del Frente para la Victoria. Ante la imposibilidad de encontrar un reemplazante para esa prioritaria función, los roces y los golpes entre quienes, bajo las mismas banderas, creen en tan distintas cosas han tomado estado público y, próximamente, serán nuevamente exhibidos en la calle. Basta recordar qué sucedió en la Plaza de Mayo, en mayo de 1974 cuando Perón, de lejos un político más ilustrado que doña Cristina, fue obligado a optar entre las alas de su movimiento por los crímenes de los jóvenes “idealistas” de entonces.

Hoy, la lógica pretensión del Gobierno de resistir las presiones de don Hugo Moyano para aumentar aún más su poder, y el consecuente avance de la pseudo Justicia sobre sus empresas y sus familiares más cercanos, están preanunciando una batalla que dejará a la crisis del campo y a la lucha contra el grupo Clarín como meros juegos infantiles. Don Hugo “Camión” tiene los medios necesarios para parar el país entero y, sobre todo, maneja una información tan sensible como para aterrorizar a doña Cristina y sus heredados cómplices.

Con esas armas en sus manos, tan faltas de prejuicios a la hora de actuar en su defensa, ¿permitirá mansamente que lo desplacen de la conducción de la CGT o manden a la cárcel a su actual mujer o a sus hijos, como antecedente para cuando él mismo comparta la celda con Zanola?

Algunos miembros de la Justicia federal, seguramente poseedores de algunos de los mejores olfatos políticos de la Argentina, han comenzado a pensar cómo deberán portarse cuando venza el actual contrato de alquiler que tienen suscripto con este kirchnerismo al que comienzan a ver moribundo, y han empezado a calentar los motores en tal sentido. El terror que les provoca un integrante de la oposición sentado en la Rosada es ciertamente menor, pero se parece mucho al que sufren los ladrones encaramados a ministerios, organismos de control, directorios de empresas privadas y demás canonjías distribuidas por el Estado a ese hato crematístico formado por los integrantes de La Cámpora; la nota del Embajador, sobrino del ex Presidente, puso en su lugar la historia y desnudó las mentiras de estos pseudo émulos del pasado.

Las elecciones celebradas en distintas provincias, incluidas las internas abiertas, simultáneas y obligatorias de Santa Fe, hablan bien a las claras de cuánto tiene de invento comunicacional el famoso “ya ganó” que informan las encuestadoras, casi todas ellas, pagadas por el Gobierno. Con cuatro meses de anticipación, resulta poco serio hacer pronósticos que se convaliden después; y hasta la propia Poliarquía, una de las dos compañías independientes y creíbles, se equivocó fiero al vaticinar el triunfo de Bielsa en el PJ de Santa Fe.

En los lugares donde el Frente para la Victoria coronó a sus candidatos, lo hizo perdiendo importantes porcentajes de los votos obtenidos en las presidenciales de 2007 o pretendidamente embanderados a gobernadores “atados con alambre”, como fue el caso de Urtubey, en Salta. Que, además, esas costosas victorias hayan implicado la necesidad de aliarse con caras tan repudiadas como Saadi, en Catamarca, o Menem, en La Rioja, dice mucho de la “moral revolucionaria” del famoso “modelo”.

En la Ciudad Autónoma, no resultará gratuito para Filmus su alianza con las Madres y, sobre todo, con Ibarra. En Buenos Aires, el kirchnerismo viene de sufrir un vapuleo histórico en 2009, pese a llevar en su carro al propio don Néstor (q.e.p.d.), a don Daniel Scioli, a todos los ministros nacionales, a muchos intendentes del Conurbano y hasta a artistas famosos. En Santa Fe, la cara de Rossi en las boletas únicas y la segura deserción de quienes votaron por Perotti, y un posible apoyo a Del Sel de los radicales de Barletta, anticipan un duro castigo a la Casa Rosada. En Córdoba, donde ya el kirchnerismo salió cuarto, los cristinistas no han podido arreglar, a dos semanas del cierre las alianzas, con los peronistas de De la Sota o Schiaretti, y Aguad es un espléndido candidato del radicalismo, habitualmente mayoritario. En Mendoza tampoco parece posible un triunfo del Gobierno, aún en manos de Jaque, un peronista K.

Con esa perspectiva –es imprescindible leer, para verificar estos pronósticos, el estupendo trabajo de Jorge Lapeña sobre el tema- ¿dónde obtendrá el FpV los votos necesarios para imponerse en primera vuelta? Más aún si las internas simultáneas del 14 de agosto juegan, en realidad, como una primera vuelta y el 23 de octubre todos los opositores votan por el candidato más exitoso entonces.

Esas internas, que impuso el kirchnerismo en su pseudo reforma política para eliminar de la competencia a quien no obtenga en ellas el 1,5% del padrón, se ha transformado en un incómodo grano para el Gobierno. Por cierto, no esperaba que sólo concursara un candidato por partido y eso hubiera justificado dejarlas sin efecto, con la excusa del innecesario gasto pero, al haberlas transformado en un requisito eliminatorio, tendrá vedado hacerlo.

Doña Cristina puede estar sufriendo o simulando un complicado estado de salud. Si lo primero es cierto, estaríamos ante una presidente incapacitada para ejercer mucho tiempo más como tal; si se tratara de lo segundo, sólo podría tratarse de una excusa para un renunciamiento, para exhibirlo ante sus aterrados cómplices, que hoy ven como posible un acuerdo de impunidad que sólo la cubra a ella y los deje a la intemperie.

En fin, seguimos viviendo tiempos interesantes. Cada vez lo serán más, porque seguirán estallando lugares fétidos en las narices del Gobierno y la viuda de Kirchner, que no tiene un pelo ni una extensión de tonta, lo sabe mejor que nosotros.

El reloj de la pared, que marca el tiempo faltante, está acelerando su velocidad.






Samaná, 13 Jun 11





domingo, 5 de junio de 2011

¿Es el final?

¿Es el final?












“Nena, dónde crees que vas,
quién te parece que soy,
no mires atrás que ya me voy.
Que sepas que el final empieza hoy”
Joaquín Sabina












En estos días, en que la Argentina y el mundo –al menos, el de los izquierdistas de escritorio que tan generosamente las financian- contemplan azorados cómo una bandera esencial del Gobierno, las Madres de Hebe Bonafini, cae en la gigantesca bolsa de la corrupción kirchnerista y, entonces, surge la pregunta obvia: ¿es el fin del “modelo”?

Las respuestas, como hemos visto, son muchas y variadas. Porque lo mismo habría cabido preguntarse cuando estalló el escándalo de Skanska, cuando a la propia Ministro de Economía se le descubrió una enorme suma de dinero en el baño oficial, cuando Antonini Wilson intentó pasar diez valijas pero una fue revisada, cuando Jaime y sus cómplices dejaron miles de mails comprometedores en sus computadoras, cuando los españoles de Repsol regalaron YPF a los Eskenazy, cuando don Néstor y sus cómplices compraron El Calafate, cuando los miembros del círculo áulico no sólo roban a espuertas sino que lo exhiben con desfachatez e impudicia, cuando los grandes gremios aliados mataron afiliados con remedios truchos, con … Sin embargo, nada sucedió entonces y, de la mano del mismo juez de pasado prostibulario, tan dotado por la suerte, es harto probable que nada suceda ahora.

Rápidos de reflejos, aunque un poco menos que otras veces, el coro habitual de funcionarios pidió dejar todo en manos de la Justicia y, como es habitual, investigar “hasta las últimas consecuencias”. En cualquier país, eso sería lo lógico y normal pero, en la Argentina, significa que, dentro de catorce años (el promedio de duración de las causas emblemáticas de corrupción) seguiremos hablando de lo mismo, pero en la última página de los diarios, en columnas cada vez más pequeñas.

Pero ha quedado manchada, irremisiblemente, la bandera de los falsos derechos humanos enarbolada por don Néstor (q.e.p.d.) y doña Cristina a partir del 25 de mayo de 2003, esa nueva efeméride incorporada al calendario mayor de la Patria a partir de la muerte del ex Presidente, lo cual ha permitido a su viuda olvidar qué estaba verdaderamente celebrando el país en la misma fecha del 2011. ¡Milagros de este revisionismo histórico trucho!

Sin embargo, lo más trascendente de la semana fue la elección del excelente Javier González Fraga como compañero de fórmula de Ricardo Alfonsín. No sólo ha blindado a éste respecto a los futuros y seguros ataques por la hiperinflación de su padre sino que ha permitido que el Peronismo Federal, tanto el que encabeza Eduardo A. Duhalde cuanto el que llega de la mano de Alberto Rodríguez Saa, asuman el compromiso de respaldar a esa fórmula si ésta llegara al ballotage contra quien asuma la representación de un kirchnerismo que, para entonces, ya olerá a muerte.

Una seria confirmación de esa inquietud que hoy reina en el oficialismo la da su mejor vocero, el “Perro” Verbitsky en su nota de ayer en Página 12 (http://tinyurl.com/3zlhp5l), en la cual, haciendo gala de su mejor cinismo y memoria dibujada, se mostró profundamente alarmado por la designación de González Fraga. Llegó a extremos tales como sugerir que G.Fraga estuvo vinculado –lo hace a través de su alambicado “relato” de la historia- con la privatización de YPF. Obviamente, olvida que el principal coautor de la misma fue don Néstor (q.e.p.d.) cuando, a cambio del reconocimiento de las regalías que se convirtieron en los desaparecidos fondos de Santa Cruz, hizo un fuerte lobby entre los gobernadores de las provincias petroleras para que éstos apoyaran la sanción de la ley.

Digo lo del olor a muerte porque, cuando aseguré hace mucho tiempo que doña Cristina no se presentaría a la reelección –aún cuando inscriba su nombre en junio para hacerlo-, fundé mi opinión en razones matemáticas (los votos reales), económicas (la cuenta de la fiesta), políticas (la muerte del “articulador”) y personales (su salud y sus hijos). A ellas agregué, recientemente, la imposibilidad de contar con un candidato a Vicepresidente (salvo, quizás Alicia Kirchner) que fuera tan inocuo, estéril, insípido e inodoro como fue “Isabelita” para un Perón tironeado por parecidas (pero empañadas y, sobre todo, mercantilizadas) facciones opuestas.

Por lo demás, la misma alianza de la nueva dupla opositora con De Narváez, a quien seguramente apoyará el Pro provincial, hablan de las escasas posibilidades que tendrá ese deshilachado kirchernismo en la emblemática Buenos Aires de obtener una ventaja sustancial que le permita compensar las derrotas de Córdoba, Mendoza, Capital Federal y, quizás, de Santa Fe.

Es harto probable que, en una provincia tan golpeada por los ataques al campo, tan insultada por la candidatura de Agustín Rossi (uno de los mariscales de esa campaña siniestra), Del Sel sume a sus ya importantes huestes a muchos de los peronistas de Perotti -“reutemannistas” no precisamente kirchneristas- y de los radicales de Barletta, indignados con su ex socio, el Gobernador Binner, que se ha aliado con Juez, con “Pino” y con Stolbizer para luchar, en Córdoba y Buenos Aires, contra el partido de Yrigoyen y Alem.

Con estas movidas del arco opositor, el Gobierno está poniendo las barbas en remojo en un momento en que, además, Schoklender se está transformando en un verdadero furúnculo en la cara del oficialismo. Porque, si bien es cierto que la corrupción no parece preocupar demasiado a una sociedad embrutecida por los plasmas, los autos y las vacaciones, esta vez podría ser distinto; la prueba de ello es la reacción de las propias organizaciones sociales en las provincias donde la Fundación Madres tiene proyectos de construcción de viviendas, y la notable diferenciación marcada por Milagro Sala en su entrevista al diario Perfil.

Varias veces he dicho (vgr.
http://tinyurl.com/3tuqn2t y http://tinyurl.com/3mafqhh) que este Gobierno ha cometido, con la corrupción como arma letal, un verdadero genocidio contra los más pobres y desprotegidos de nuestra sociedad. Después de ocho años de crecimiento ininterrumpido y a tasas “chinas”, la muerte de chicos por desnutrición y el abandono en que se encuentran gran parte de los habitantes del NOA y del NEA, así como los migrantes internos que pueblan las villas del Gran Buenos Aires, y el florecimiento irrestricto del narcotráfico son pruebas más que cabales de esta afirmación; sólo con los sobreprecios pagados por las obras públicas de Santa Cruz se hubieran podido construir más de cien hospitales y más de quinientas escuelas.

Esta vez, en la medida en que se han sumado a los criminales dos parricidas y la “madre de todos los argentinos” -don Néstor (q.e.p.d.) dixit- que, para evitar exhibir las cuentas de su organización, sólo puede proferir improperios desde tribunas públicas, es dable esperar que la temperatura de la corrupción suba en los termómetros de las encuestas, y arrastre en sentido contrario a la opinión acerca de la gestión gubernamental. Si así no fuera, la sociedad argentina no tendría remedio, y seguirá siendo comprada por treinta monedas, cada vez más devaluadas.

Por último, cabe recordar que, entre la fuga constante de capitales que sufre la Argentina, la reiterada falta de gas (ya comenzaron los cortes a la industria) y la falta de ventas que ya se notan en algunos sectores de la alimentación (por ejemplo, los quesos), el famoso “modelo” ha comenzado a crujir fuertemente; si su quiebre se produjera antes de octubre, otro será el cantar, para el oficialismo y para el país.

Nadie puede negar que, en la Argentina, se viven tiempos interesantes.











Bs.As., 6 Jun 11