domingo, 28 de julio de 2013

¡Hagamos Lío!


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¡Hagamos Lío!

“La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder”. José de San Martín


A la luz de los hechos producidos en Rio de Janeiro por S.S. Francisco, que tanto han impactado en el mundo entero y, en especial, en su patria de nacimiento, sobre los cuales mucho se ha escrito y dicho (lo mejor, sin dudas, fue la columna de hoy en Perfil, firmada por Alfredo Leuco), sólo cabe, a quienes contamos ya demasiadas primaveras, el recuerdo de otro acontecimiento religioso que, décadas atrás, fue una bisagra en la historia de la Argentina.

La Presidente, para permitirnos reflexionar acerca de cuánta razón tenía el General San Martín, no pudo menos que comparar al Papa con don Néstor (q.e.p.d.), olvidando cuántos billetes, todos ellos manchados en la sangre de los muertos de Once y Castelar, en el hambre de los niños y de las comunidades más pobres del Norte y en las míseras chabolas que rodean a nuestras ciudades, tienen las bóvedas de Santa Cruz.

Mientras esa luz de esperanza se irradiaba desde Brasil, aquí las barrabasadas del cristinismo hicieron la vida imposible a los porteños, que debieron sufrir un infernal caos producido por la protesta de ciento cincuenta individuos que no encontraron nada mejor, pese a tratarse de empleados municipales de la Provincia de Buenos Aires, que cortar completamente la Avda. 9 de Julio. Los habitantes de Villa Urquiza, por su parte, no pudieron recibir los beneficios de la prolongación del subterráneo hasta su barrio por “disconformidad” de los metrodelegados kirchneristas.


El otro hecho significativo aquí fue el fracaso legislativo de la pretensión presidencial de encumbrar al cargo más alto del escalafón militar al General César Milani, ahora empujado por el CELS y el Perro Verbitsky al mundo de los jueces corruptos y prevaricadores que mantienen en las cárceles a 1200 imputados –muchos de ellos sin sentencia- por acontecimientos ocurridos hace casi cuarenta años y cuyo promedio de edad es  de 77 años, amén de los más de doscientos muertos en cautiverio por las sevicias aplicadas y por la falta de atención médica. Baste recordar, a modo de ejemplo, el caso del Almirante Antonio Vañek, que la semana próxima cumplirá 89 años, a quien, después de soportar quince años de prisión domiciliaria, se ha encerrado en estos días en el penal de Marcos Paz.

Si pensamos en la curiosidad que representa la eximición de prisión concedida por la Sala de Feria de la Cámara Federal de Apelaciones, cuando es de Perogrullo que existe peligro de fuga –¡estuvo prófugo una semana!-, alteró y sustrajo pruebas –también está procesado por ello- y puede poner en riesgo las investigaciones, por su amistad con el poder, resultará interesante ver qué rasero usarán los magistrados cuando, más temprano que tarde, el Espión se vea ante sus estrados.

Dejemos ahora de lado la actualidad y tratemos de pensar en el futuro, ése que heredará el próximo ocupante de la Casa Rosada; doña Cristina, y su antecesor, dejarán problemas de tal magnitud que pondrán en serio riesgo nuestra existencia misma como nación independiente.

La sideral dependencia argentina de las importaciones de combustibles, que este año alcanzarán a los US$ 13.000 millones, y que se incrementarán acumulativamente a razón de US$ 3.000 millones anuales por los próximos diez años, será la principal preocupación. Hoy, se recurre a la generación de agrodólares y a las reservas del Banco Central para pagarlas, pero ambas fuentes de divisas se encuentran en franca declinación, y nadie ha dicho cómo piensa enfrentar el problema en caso de resultar electo.

Por su parte, la ideologizada guerra contra el campo, que ha producido la virtual desaparición de la carne argentina de los mercados mundiales, a punto tal que ni siquiera se puede cumplir con la cuota Hilton (la frutilla de ese postre), y del trigo, por la incapacidad de atender a la demanda interna, tiene otros factores que complican el futuro inmediato.

La demarcación del dólar oficial (utilizado para las transacciones de los exportadores) respecto del blue (indispensable a la hora de importar insumos agrícolas), y el incremento de los fletes, producto tanto de la monstruosa obsolescencia de la infraestructura vial y ferroviaria como de los aumentos en el precio del gasoil importado, están achicando esas nuevas fronteras, y condenan a las economías regionales, que con tanto esfuerzo habían encontrado nichos externos para sus productos, a la muerte por inanición.

El aislamiento internacional de la Argentina, generada por la falta de cumplimiento de sus compromisos financieros (CIADE y Club de París), de la falsificación de las estadísticas públicas y de la inexistencia de seguridad jurídica (“un concepto horroroso”, dijo Kiciloff), tampoco permitirán al nuevo mandatario –quien quiera que sea- acceder a los mercados de crédito en forma inmediata, además de haberse comenzado a encarecer el dinero antes fácil y barato que tanto benefició a los demás países de la región; sin esa financiación, dada la carencia de ahorro interno, resultará harto difícil poner al día la infraestructura nacional –vial, ferroviaria, portuaria y de comunicaciones-, que se está cayendo a pedazos.

Desarmar la maraña infernal de subsidios de todo tipo que esta “década ganada” ha creado requerirá, ahora sí, de una sintonía fina y, casi, de una cirugía microscópica, ya que existen hoy miles de compatriotas que los necesitan para no sucumbir. Respecto a los planes del tipo “Trabajar”, tal vez la solución pase por transformarlos en contribuciones temporales a su salario. Los demás subsidios –electricidad, gas, transporte- deben dejar de ser universales y mantenerse sólo para aquellas personas que acrediten su necesidad.

El descarado saqueo a todas las cajas del Estado, incluidos los bonos en moneda extranjera, sumado a la indiscriminada jubilación de tantas personas que nunca habían aportado, llevará a mediano plazo al colapso del sistema previsional; evitarlo, en medio de la situación descripta más arriba, requerirá de mucha imaginación. Mientras tanto, en materia de asignaciones familiares, deberían recrearse las cajas compensatorias que, gobernadas por empresarios y trabajadores, funcionaron con tanto éxito hasta la década de los 90’s y que fueron inexplicablemente disueltas por Carlos Menem.

Una parte significativa del campo minado que la Presidente dejará a su sucesor está constituido por el narcotráfico, ignorado por el Gobierno y sus personeros de un modo tal que se los puede considerar cómplices. En este tema, tampoco hay mucho que inventar, ya que existen experiencias en el mundo que pueden ser traspoladas sin más a la Argentina.

La educación que, pese a la mayor asignación de fondos en los presupuestos nacionales y provinciales, cada vez empeora en nuestro país, deberá ser un asunto prioritario para la futura administración, ya que está condenando a generaciones enteras a escasas posibilidades de inserción en los mercados laborales, amén de carecer de imprescindibles graduados en profesiones que el país indispensablemente necesita. Contamos con los suficientes expertos –Guadagni, Llach, etc.- como para encarar las reformas necesarias, que deberán incluir la recuperación del principio de autoridad de los educadores, la permanente evaluación de éstos y de los establecimientos educativos y, como digo, la priorización y el fomento de las profesiones que la Argentina necesitará para su crecimiento y desarrollo.

Pero, sobre todo y como nos pidió el Papa a todos nosotros, debemos convertirnos en activos militantes de la paz y la concordia, de la justicia y de la reconciliación,  parte de lo cual pasa, sin dudas, por el respeto irrestricto a la Constitución Nacional, ese indispensable pacto que hemos firmado como manual de convivencia cívica, pero que tanto ignoramos y mancillamos.

Sólo la esclavitud ante la ley nos hará verdaderamente libres, y el 8 de agosto debemos salir a pregonarlo así en todas las calles y plazas de la Argentina.

domingo, 21 de julio de 2013

Yeta y Chapucera

Yeta y Chapucera

“Quien no lucha por lo que quiere, no merece lo que desea”. Nam Miojo Rengue Kyo
                                                           
El otrora poderoso “relato” del oficialismo, con reescritura de la historia incluida, se ha transformado en una raída manta, cada vez más traslúcida, por obra y gracia de doña Cristina y la banda de torpes gangsters que la rodea. Tal es el fracaso de todo lo que intenta que permitiría asegurar, sin dudas, que la Presidente es mufa; como muestras, pueden recordarse la Ley de Medios, la “democratización” de la Justicia, la confiscación del predio de la Sociedad Rural, de la Resolución 125, la asquerosa denuncia de la señora de Noble como apropiadora de sus hijos, la similar actitud frente a los accionistas de Papel Prensa, la designación de Reposo como Fiscal General, etc.

La designación de Espión Milani como Jefe del Ejército –su ascenso a Teniente General será discutido esta semana en el Congreso- ha expuesto al “discurso” a recio ataque desde todos los costados de la política. Por participar en el Operativo Independencia, ordenado por un gobierno constitucional para impedir que un grupo de iluminados transformara a Tucumán en Estado independiente y beligerante, la izquierda la está matando, y su demostrada corrupción –en realidad mucho peor que la denunciada por Lanata, ya que no fueron mencionados el curioso arrendamiento de tierras de su fuerza para cultivar soja ni la venta de inmuebles- está impulsando la sed de transparencia de la ciudadanía. Es decir que puede serle aplicada la famosa frase: “el bien que hizo, lo hizo muy mal; el mal que hizo, lo hizo muy bien”.

El memorándum firmado con Irán, seis meses después de su parto por cesárea, sigue sin dar señales de vida, ya que ni siquiera ha sido aprobado por el Parlamento iraní, y se ha transformado en el acto más inexplicable –e inexplicado- de la diplomacia kirchnerista. Nadie entiende qué se buscó con este pseudo acuerdo, cuya única consecuencia real ha sido convertirnos en la oveja negra del mundo civilizado, además de obligar a la viuda de Kirchner, por segunda vez, a pegar el faltazo al acto de conmemoración del atentado a la AMIA. Y la prohibición de Giles Carbó al viaje del Fiscal Nisman a Washington para hablar en el Capitolio ha generado un enorme rechazo parlamentario, obligando a Obama y, quizás, al FMI a no respaldar la posición de Argentina ante los holdouts.

La firma del contrato con Chevron, que modifica por decreto una ley y, además, resulta inconstitucional porque el Ejecutivo nacional no es el dueño del yacimiento concesionado, aún mantiene cláusulas inexplicablemente secretas (Carlos Pagni lo explicó en http://tinyurl.com/nx8wovq), y ha sido una confesión ficta del fracaso inducido de la política energética gubernamental. La misma Presidente que tan fervorosamente apoyó la privatización de YPF para cobrar los desaparecidos “fondos de Santa Cruz”, viuda de quien apretó como un limón a los españoles para forzarlos a “venderle” el 25% de la empresa y autorizó la distribución del 95% de sus utilidades para pagarles la deuda, invocó la falta de inversión para confiscar sus acciones y se asoció con otra empresa, ahora norteamericana, que invirtió aún menos.

Lo poco que se sabe del nuevo contrato habla, a las claras, de un acuerdo muy menor en monto, que modifica el escenario petrolero para una sola empresa y, sobre todo, contradice la famosa “soberanía energética” invocada para justificar la confiscación a Repsol, que pedía menos garantías y beneficios que la nueva socia; si estas ventajas se hubieran otorgado oportunamente, por ejemplo, la brasileña Vale no hubiera abandonado su proyecto. Además, al aceptar discutir las diferencias ante tribunales extranjeros, desnudó la inseguridad jurídica que reina en el país.

Los organismos de derechos humanos, cooptados de forma inmunda por el Gobierno desde 2003, ya no tienen cómo sostener su discurso, ya que éste ha quedado confinado a la inaudita persecución y la tortura de militares que actuaron hace más de treinta años. En cambio, nada dice del genocidio que se está cometiendo hoy contra los más pobres, de la represión a los Qom por sus aliados Insfran y Capitanich, ni de la resistencia de los mapuches y de los habitantes de Catamarca a las mineras y petrolíferas que, por ser controladas por funcionarios que son socios de las mismas empresas, bajan costos pero garantizan daños ambientales irreparables.  

El cachivache generalizado en que se ha transformado la inexistente política económica se ha reducido a la adopción de medidas cada vez más ridículas, como vender incomible pan barato sólo hasta las diez de la mañana. Así, este nuevo invento de Patotín Moreno se suma, sin dudas, a los fracasos de su “Super-card”, de la monumental caída de las reservas del Banco Central, de la protección a la “mesa de los argentinos”, de la prohibición de exportar carne, de la pérdida de mercados internacionales, de la carencia de trigo, del derrumbe de las economías regionales, del congelamiento de quinientos productos, los programas “… para Todos”, etc. Ni qué decir del blanqueo ofrecido a narcos y corruptos o de la intención de bajar la cotización del dólar blue a $ 6,50.-

Por su parte, la Sala de Feria de la Cámara Criminal Federal nos contó otro cuento de Jaimito, eximiéndolo de prisión pese a encontrarse prófugo en dos causas, Está integrada por los mismos jueces –Freiler y Ballesteros- que, por un tecnicismo sin sentido, decretaron la nulidad de los más de ¡4.000 mails! encontrados en la computadora de un testaferro de Jaimito, que probaban la corrupción que llevó a éste –y a su mandante, don Néstor (q.e.p.d.)- a “pagar” una fortuna por chatarra ferroviaria: Portugal y España estaban dispuestas a indemnizar al país que se la llevara, por ser muy contaminante.

Contra mi convencimiento en contrario, que aún subsiste, el calendario electoral sigue su marcha hacia las primarias de agosto. Sin embargo, tres días antes de la fecha fijada, o sea, el 8 de agosto, los argentinos –ahora inquietos por el fracaso económico del “modelo”- saldremos nuevamente a las calles para decir que estamos hartos de la asociación ilícita que nos gobierna (éste es el video de convocatoria: http://tinyurl.com/kn5m6t7). Es esencial que, esta vez, multipliquemos el número y concentremos las consignas, para evitar que se nos vuelva a ignorar desde el poder y se nos ningunee invocando la dispersión de los reclamos: ¡juicio y castigo para los corruptos y delincuentes de toda laya!, ¡basta de impunidad y falso “garantismo”!.

Ya no estamos en condiciones de explicar a nuestros hijos y nietos qué hacíamos, a dónde mirábamos mientras se robaban el país entero pero, si el 8 de agosto no salimos a la calle, si no participamos, tampoco podremos responder cuando nos pregunten: ¿dónde estabas tú mientras la Argentina desaparecía como nación?


domingo, 14 de julio de 2013

Un chiste de Jaimito


Un Chiste de Jaimito


“Ningún sistema socialista puede ser establecido sin una policía política”. Winston Churchill


Durante la semana que pasó, tal vez como un anticipo de lo que sucederá cuando nuestra Presidente -que ha optado por plebiscitar el “modelo” en las urnas de octubre- pierda las elecciones, nos hemos acercado varios pasos hacia el abismo “chavista” en que doña Cristina quiere despeñar a la Argentina.

Un hecho trascendente fue la asunción del General César Espión Milani como cabeza del Ejército y, en la práctica, de la Armada y la Aeronáutica, y aún del Estado Mayor Conjunto, ya que en ellos consiguió encumbrar a hombres que le son fieles. Y la importancia de lo sucedido radica en que la viuda de Kirchner, después de agostar y denigrar a las fuerzas armadas por toda una década, hoy las convoca a respaldar al Gobierno -no a la Patria- e intenta apoyarse en ellas como fuerza basal de su decadente “modelo”, bajo la inspiración del finado Papagayo Caribeño. La razón fundamental de este viraje radica en que la Presidente está mirando con preocupación extrema la creciente protesta social,  y pretende que el nuevo Ejército que el corrupto Milani comanda la mantenga informada y sirva para acallarla; sin embargo, la cadena de mando está cortada justo abajo del generalato, y no habrá quien consiga hacerse obedecer si una orden en ese sentido fuera impartida.

Quienes conocen a Espión no dudan en compararlo con Emilio Cero Massera, aquel Almirante que, después de recibir la medalla a la lealtad peronista, no dudó en encabezar el Proceso de Reconstrucción Nacional y usarlo para “hacer platita” que le permitiera, traicionando una vez más a sus camaradas, dedicarse a la política.  Haría bien la señora Presidente en recordar esta similitud.

Otro hecho importante lo constituyó un episodio ¿policial?: la muerte, en manos del Grupo Halcón de El Lauchón, un agente de la Secretaría de Inteligencia (ex-SIDE), colaborador de Horacio Jaime Stiusso -¡otro!- es decir, algo relacionado al Espión. En esta historia, como dijo ayer Jorge Lanata (http://tinyurl.com/nhvw9gg), hay mucho más que cuatro tiros por la espalda y es parte del proceso de “chavización” pretendido.

Finalmente, el procesamiento y pedido de captura de Ricardo Avioncito Jaime no es sólo la confirmación del poderoso olfato de los jueces federales penales, que ya han comenzado a detectar el fétido olor a descomposición que surge de la Casa Rosada. Si lo comparamos con el ingreso a prisión de Luis Bárcenas, el otrora poderosísimo tesorero del Partido Popular, que está jaqueando al gobierno español, lo importante será la respuesta a una pregunta concreta: ¿aceptará el prófugo Jaimito convertirse en el único pato de esta boda o, por el contrario, empezará a hablar, poniendo en juego la santa memoria de don Néstor (q.e.p.d.) y la insólita fortuna de sus herederos? Si hay pacto de silencio, ¿cuál será el precio? La garantía final, ¿no será su propia vida?

Alguien peor intencionado que yo podría atribuir el gesto de Claudio Botitas Bonadío, hasta ayer uno de los más fieles inquilinos de Comodoro Py a cualquier oficialismo, a la aceptación por el Gobierno de la necesidad, frente a tanta denuncia de corrupción, de tirar a los leones a uno de sus más emblemáticos ladrones, pero ello no responde a las preguntas. Por lo demás, Botitas, que en sus fallos pide permiso a una mano para mover la otra, también llamó a indagatoria a Guillermo Patotín Moreno; este Juez muy pocas veces ha realizado esa diligencia sin resolver, dentro de los diez días, el procesamiento del imputado.

La banda de delincuentes que secundan a la viuda de Kirchner justifican el poder de ésta únicamente en el dudoso 54% de los votos que obtuvo en 2011; ello, y el ejercicio salvaje de ese poder, les permite reclamar la eternidad para su enferma líder. Pero ese número mágico se verá fuertemente cuestionado tanto en las PASO cuanto en las  legislativas formales de octubre, ya que doña Cristina no ha encontrado candidato alguno capaz de atraer esas indispensables voluntades.

¿Qué sucederá cuando resulte innegable que no habrá, en democracia, otro futuro para ella y sus cómplices que la pérdida del poder y de los cargos? ¿Sobre qué bases invocará contar con un respaldo popular que le habrá sido demostradamente negado? En las respuestas a esas preguntas está el futuro inmediato de todos nosotros.

Cuando pongo en duda –lo sigo haciendo- que las PASO se realicen, ya que sólo servirán para demostrar que el Gobierno y su reina están desnudos, muchos contestan que para suspenderlas se necesita una ley del Congreso, ya que los decretos de necesidad y urgencia no pueden utilizarse para temas electorales; así, careciendo ya hoy de las mayorías necesarias para imponerse, resulta obvio que el Frente para la Victoria no dispondrá de los recursos necesarios para obtener una norma a su medida.

¿Significa eso que el oficialismo se resignará a una tan cantada derrota? Pues no. Y la razón básica es que no cree en la democracia representativa, al menos no en la forma establecida en la Constitución; por el contrario, cree en la democracia “delegativa”, esa que practican en Venezuela, en Nicaragua, en Cuba, en Bolivia y, algo menos, en Ecuador, es decir, en aquella en que las minorías sólo pueden expresarse a través de su periódico voto, mientras que quien encarna a la mayoría hace o deshace a su antojo durante el resto del tiempo.

En resumen, ¿por qué el cristinismo va a permitir que se realice un acto electoral que no dejará dudas acerca de su condición minoritaria, aún después de todas las alquimias matemáticas posibles? ¿Cómo continuar vanagloriándose de un porcentaje de votos que ya habrá probado ser inexistente? A esta altura, todos sabemos qué poco le importan al oficialismo las formas constitucionales, a punto tal que pretende arramblar con la propia carta magna. Cuál será el método que escojan esta vez para ignorar las leyes, sólo lo saben Ella y, tal vez, Zannini, pero mucho me temo que será color rojo sangre.

El 8 de agosto, como un anticipo de lo que sucedería en las urnas el domingo siguiente, la ciudadanía saldrá nuevamente a las calles, unificando las consignas en torno a la corrupción, a la inflación y a la inseguridad, tres dramas en los cuales el Gobierno tiene responsabilidad directa por estar integrado por ladrones y promover el lavado de dinero, por el estropicio del derroche, y por su asociación con el tráfico de drogas. Quizás hayamos aprendido que nada se resuelve sólo con votar, especialmente cuando los candidatos no nos dicen, más allá de las remanidas frases condenatorias, cómo piensan luchar contra esos flagelos, sino que debemos participar en la toma de decisiones, como lo  hicieron los franceses un día como hoy, en 1789, cuando tomaron La Bastilla.

Se trata únicamente de salir a hacernos cargo del futuro con nuestras propias manos, y expresando nuestro hartazgo militante respecto de un sistema que, cada día, roe los cimientos sobre los cuales fue construida la República en la que nacimos y seguramente moriremos, salvo que sigamos mirándonos el ombligo y permitamos que la maten antes.


domingo, 7 de julio de 2013

Un violento marlo desgranado


Un Violento Marlo Desgranado


“¿Por qué ellos son pequeños y, sin embargo, fuertes? ¿Por qué nosotros somos grandes y, sin embargo, débiles? Lo que tenemos que aprender de los bárbaros es sólo barcos sólidos y armas eficaces”. Feng Guifen

En esta semana se han producido varios hechos que, analizados en conjunto, dan irrefutable cuenta de la soledad en la que se va sumergiendo la viuda de Kirchner, que sólo parece contar ya con su núcleo duro.

Veamos a qué me refiero. En la CGT Balcarce, comandada por un Caló cuyas actitudes se parecen cada día más a las de Lancha Scioli, comenzó una diáspora encabezada por el Gordo Lescano, al que seguramente seguirán sus demás congéneres, como West Ocampo. Esta semana, uno de los más fervientes kirchneristas, hasta ese momento, Omar Locomotora Maturano, detonó un paro salvaje que dejó a ochocientas mil personas varadas en la Capital sin poder regresar a sus hogares, produciendo un daño irreparable en la base electoral del Gobierno, que no ha olvidado los crímenes de Once y Castelar. Si, como ha trascendido, la UTA –también integrante de esta central obrera- declarara una huelga del transporte automotor, se habrá firmado la sentencia de divorcio entre los sindicalistas afines y el “modelo”.

Por su parte, Hugo Camión Moyano ha anunciado un paro nacional para mañana de su gremio, que afectará la distribución de combustibles, la recolección de basura y la reposición de dinero en los cajeros automáticos, entre otras cosas, con movilización a la Plaza de Mayo, para recuperar protagonismo en el mundo sindical; lo acompañarán la CTA de Micheli, la CCC de Alderete y varias organizaciones.

La presentación de Sergio Kolynos Massa produjo una fuerte demanda de garrochas entre los barones del Conurbano, que ven peligrar sus respectivos feudos a manos de La Cámpora, una organización política incapaz de ganar siquiera una elección universitaria. Los peronistas, sean gremialistas o intendentes, pueden acompañar al caudillo de turno hasta la puerta del cementerio, pero nunca se entierran con él. Además, los diputados que responden ahora al tigrense se han separado del bloque del Frente para la Victoria, dejando a éste sin quórum propio en la vital Cámara.

La designación del General Milani, acusado de tantas irregularidades, debe ser estudiada por separado. En primer término, no está claro que el ungido continúe respondiendo al Perro Verbitsky; si fuera así, no tendría explicación el acercamiento propugnado por el nuevo Comandante hacia las fuerzas armadas de los Estados Unidos y Chile, obviamente limitado por las pésimas relaciones que mantenemos con la patria de Obama.

Pero lo verdaderamente curioso del nombramiento de Milani, que ha conseguido poner hombres leales tanto como cabezas del resto de las fuerzas como en el Estado Mayor Conjunto, es que indica que doña Cristina pretende apoyarse ahora en los militares para sostener su poder, al mejor estilo chavista, después de haberlos humillado y denostado desde hace una década. El nuevo Comandante, que continúa al frente del sector de inteligencia del Ejército, utiliza a los ojos y oídos que mantiene en las unidades para controlarlo, pero la cadena de mando está cortada y el débil liderazgo de este jefe no resistirá cuando los hechos se precipiten; en su ascenso ha dejado demasiados heridos y cuentas poco claras e impagas.

Otro campo en el cual las cosas parecen estar complicándose para el Gobierno es el judicial, justificando el desgraciado e infructuoso avance que doña Cristina intentó contra la Justicia. Los jueces de Comodoro Py -como siempre he dicho, jamás se venden sino que se alquilan al ocupante de la Casa Rosada- poseen las narices más experimentadas en percibir los aromas que acompañan los fines de ciclo; pruebas de ello es que Ricardo Avión Jaime está al borde de ir preso -¿en silencio y soledad?- y el propio Patotín Moreno deberá presentarse ante Claudio Botitas Bonadío, hasta hoy uno de los jueces más dóciles, a prestar declaración indagatoria el miércoles.

A riesgo de ponerme pesado y repetitivo, me vuelvo a preguntar: ¿por qué la viuda de Kirchner y sus cómplices, que tanto han demostrado lo poco que les importa la democracia y sus condicionamientos, aceptará que las PASO se realicen? ¿Ignoran que, de concretarse, se transformarán en un formidable instrumento para que la ciudadanía ejerza el “voto útil” eligiendo en octubre a quien haya exhibido mayores posibilidades de derrotar al Gobierno en cada jurisdicción? ¿Qué ganarían con ellas, más que la comprobación de su pobreza y su decadencia?

Hoy, el panorama electoral que muestran las más serias encuestas, respaldadas por los resultados recientes de Misiones –donde el cristinismo, pese al enorme fraude, perdió la mitad de los votos obtenidos en 2011- y en Neuquén, donde salió quinto en las elecciones de concejales, dicen que el oficialismo perderá la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Santa Cruz y Neuquén, y tiene negras expectativas en Corrientes, Salta y Chubut. Kolynos, a quien la Presidente está empujando inexplicablemente a definirse en su contra, seguramente derrotará a sus candidatos en la crucial Provincia de Buenos Aires. La suma de esas realidades habla de una crisis inminente de gobernabilidad, en especial para un sistema de poder que no admite cortapisas: ¿se imagina usted a Cristina presidiendo el Ejecutivo sin un Congreso dócil y transformada en un pote de yogurt con fecha cierta de vencimiento? ¿Cree usted que todos los funcionarios actuales estarán dispuestos a perder libertad y fortuna pacíficamente? Yo no.

¿Cómo pueden hacer para evitar las seguramente desastrosas competencias electorales de agosto y octubre? Creo que sólo pueden elegir entre un fraude tan monstruoso que lo convierte en inalcanzable, o la violencia callejera, que le permita decretar el estado de sitio y perpetuarse un rato, con vistas a que la economía mejore –otro imposible- y, con ella, cambie el humor social.

El mundo está mudando velozmente. El viento de cola que tanto hizo por el crecimiento de América del Sur, salvo en Argentina y Venezuela, parece perder intensidad y, quizás, comience a invertir su sentido. Brasil y China, nuestros grandes socios comerciales, están creciendo menos y, por ello, también comprarán menos productos argentinos, y el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos preanuncia una baja en los precios de los commodities, sobre los cuales los Kirchner construyeron su imperio personal. Y un hecho nada desdeñable: después de, al menos, una década, el mundo civilizado ha tolerado una revolución militar en Egipto, sin condenas ni bloqueos al nuevo régimen.

Quien herede, alguna vez, el sillón de Rivadavia recibirá una economía en ruinas, un país sin reservas de ningún tipo, con falsos dólares (los Cedin) circulando sin respaldo y con una creciente crisis de energía que, ante la imposibilidad de afrontar las indispensables y crecientes importaciones de combustibles, será un grave escollo para el crecimiento nacional; para dar una idea acerca de la dimensión del problema basta con decir que, este año, esas importaciones  alcanzarán los trece mil millones de dólares y que, por diez años como mínimo, crecerán a razón de tres mil millones por año, acumulativamente. Es decir, un panorama trágico y acuciante, pero que tendremos que encarar con coraje e imaginación si queremos sacar al país adelante.

No debo dejar de mencionar el episodio que protagonizó Patotín en la Embajada de los Estados Unidos, insultando a gritos a una espléndida periodista de Clarín, Silvia Naishtat, y a su colega, Walter Curia. Me he puesto a pensar, como tantas veces, qué nos ha sucedido a los argentinos, que hemos dejado de tener sangre en las venas, como lo demuestra el hecho de soportarlo en el poder. Este repugnante personaje, el inventor de los más grandes desastres económicos del kirchnerismo, sólo puede hacerse el valiente rodeado de una patota de delincuentes y guardaespaldas, enfrentando a empresarios que, por tener tantos muertos en el placard, tiemblan de miedo en su presencia; no se atrevería a batirse a duelo singular, una madrugada y a pistola. 

En fin, qué tristes días para la Nación y para la República, saqueada una y degradada la otra por una pandilla de corruptos, ladrones, narcotraficantes y sinvergüenzas de toda laya, a los que hemos permitido “ir por todo” mientras nos acurrucábamos al calor de una bonanza económica que, además, resultó breve y falsa.

Salgamos el 8 de agosto a las calles por millones, a tomar, de una vez por todas nuestro destino común en nuestras propias manos, como lo están haciendo los brasileños y tantos otros pueblos del mundo (http://tinyurl.com/mk3mp7d), y obliguemos a todos los opositores, tan pronto asuman sus bancas, a impulsar el juicio y el castigo, la cárcel y la confiscación de bienes a toda esta runfla de cafres. Pero también preparémonos para la lucha porque, como digo, eso no sucederá en paz.