domingo, 31 de agosto de 2014

¡La vida por Cristina!

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¡La vida por Cristina!

“El gobierno es como un bebé. Un canal alimenticio con gran apetito en un extremo y ningún sentido de la responsabilidad en el otro”. Ronald Reagan

Realmente, doña Cristina merece un fuerte aplauso. Amén de conservar el centro del escenario, y mediante una módica suma en subsidios a los colectivos, desactivó el paro de la UTA y, con esa pequeñez, consiguió quitar mucha visibilidad a la protesta que, el jueves, realizaron las CGT Azopardo y Azul y Blanca, la CTA opositora y un variopinto abanico de organizaciones y partidos de izquierda. Por la noche, esa reducción en el impacto visual que generó la presencia de transporte público, permitió que la discusión acerca de las trascendentes razones que motivaron la medida se transformara en una televisiva guerra por porcentajes de éxito o fracaso.

La verdad es que quedó confirmado que la primera preocupación de los argentinos hoy es la pérdida del empleo, en medio de una recesión imparable, especialmente porque el Gobierno no tiene un plan para combatir la inflación (es más, no hace más que incentivarla) y, aunque consiguiera pergeñarlo, carece de lo esencial: la confianza pública; sin ella, no hay plan que pueda tener éxito.

Además, la Presidente consiguió que el plenario de comisiones del Senado firmase un dictamen, que será llevado al plenario en los próximos días y seguramente aprobado con la mayoría automática de la que dispone, y que, en la práctica, hará caer a nuestro país en desacato a las sentencias de la Justicia de Estados Unidos, que tanto don Néstor (q.e.p.d.) como la propia Presidente escogieron para reestructurar la deuda; lo más curioso –e irritante- es que el Gobierno se había comprometido hace pocos meses, cuando intentó que la Corte Suprema norteamericana reviera los fallos de primera y segunda instancia, a cumplirlos a rajatabla si la resolución le resultaba desfavorable.

La declaración del desacato –un delito en todas las legislaciones- producirá algunas consecuencias graves pero, por ahora, desconocidas. Creo muy difícil que la Argentina, como nación soberana, pueda ser sancionada de algún modo, más allá de los innegables problemas que traerá aparejada la imposibilidad de acceder a los mercados de capitales de la principal plaza financiera mundial. Pero me pregunto (y sugiero que, antes de convertirla en ley, los legisladores reflexionen sobre el tema) qué puede suceder con los funcionarios argentinos.

Si entendemos que las personas jurídicas –el Estado argentino es una de ellas- no cometen delitos (lo hacen las personas físicas que los administran), los responsables del desacato –la Presidente excluida, por su inmunidad- podrían ser pasibles de condenas que, eventualmente, llevarían a su pedido de captura internacional. ¿Se imagina usted a Bambino Kiciloff, a Coqui Capitanich y a tantos otros condenados a no traspasar nuestras fronteras?

El proyecto contiene, como siempre en la etapa kirchnerista de la Argentina, gato encerrado. Su artículo 1° convalida todo lo actuado en los canjes de deuda de 2005 y 2010; esta última está siendo investigada por la Justicia por el negocio que se habría generado entre Guita-rrita Boudou y una consultora –Arcadia- que, desde ambos lados del mostrador, dictó las condiciones de la reestructuración, haciendo un enorme negocio por la disposición de información privilegiada. En buen romance, se trata de una ley de auto-amnistía para el primer escalón del Estado, pues todos sabemos que aquí nadie hace nada sin el visto bueno de la familia imperial.

Sin embargo, la noticia de la semana, que pasó casi desapercibida, fue la declaración pública  de la Juez Servini de Cubría, que investiga los nexos entre el tráfico de efedrina y el Gobierno; recordemos que los laboratorios implicados financiaron la campaña de doña Cristina. La Juez dijo que, si no le respondían brindando la identidad de los funcionarios que hicieron o recibieron llamadas de los contrabandistas, estaba dispuesta a allanar la Casa de Gobierno. Ya las sospechas que involucran al ex Jefe de Gabinete y actual Senador por el FpV, Anímal Fernández, son vox populi hace mucho tiempo. De concretarse la escandalosa medida anunciada, repercutirá fuertemente sobre la actual campaña electoral, trastocando tal vez el orden de prelación de los candidatos, además de complicar más la imagen de la Argentina en el mundo.

Llamó mucho la atención que uno de los fiscales federales más prestigiosos, hasta ahora, no instara la acción penal –lo cual llevó al sobreseimiento de la causa- contra Bóvedas Báez, aduciendo la falta de pruebas en la denuncia de haber transformado la caja fuerte de su sótano en bodega; lo extraño, es que existen declaraciones de obreros que hicieron ese trabajo, y fotos y filmaciones que daban cuenta clara de los hechos. Por eso, cabe preguntarse si Marijuán no habrá sido objeto de amenazas tan irresistibles (¿sobre su familia, quizás?) que lo hayan obligado a dictaminar como lo hizo; en este país de mafias en que nos hemos convertido, todo es posible.

En otro orden de cosas, también me pregunto si la desaparición de las computadoras de un automóvil de Guita-rrita, utilizado en la oportunidad por su novia, fue en realidad un auto-robo. Si así hubiera sido, el Vicepresidente tendría la excusa ideal para extorsionar a doña Cristina, en una tentativa de garantizar su impunidad ante el siniestro panorama que ofrece su situación judicial, aduciendo que los grandes secretos que posee estaban en los artefactos “desaparecidos”. El propio vehículo involucrado puso a Boudou bajo una nueva sospecha, que está siendo investigada en los tribunales de Comodoro Py, ya que podría ser parte de la coima que se le habría pagado por la compra de 19 autos de alta gama, sin licitación, cuando era Ministro de Economía.

Volviendo a los temas económicos, sigue llamando mi atención la inacción y el silencio de los “presidenciables” frente a la monumental crisis que está golpeando a la Argentina, exclusivamente debida a la mala praxis gubernamental, a cargo de Bambino y su equipo de niñatos inexpertos. Parecen, todos, no percibir que los problemas se profundizarán, y mucho, durante los dieciséis meses que restan hasta diciembre de 2015, complicando al sucesor: aumentará el déficit fiscal, se disparará la emisión de dinero, las reservas caerán, se profundizará la recesión, crecerán los problemas energéticos, se incrementarán la pobreza y la indigencia, caerá el empleo, se depreciará más el peso, y nos aislaremos, aún más si cabe, del mundo civilizado.

Todos esos factores, que el Gobierno se empeña en ignorar no llevarán a una crisis de iguales características que la del 2001, ya que el endeudamiento externo –si se arregla de algún modo la crisis de los holdouts- es sensiblemente menor que entonces y los bancos, por ahora, no tendrán problemas con los escasos depósitos en dólares y, ante una eventual corrida bancaria de pesos, siempre existirá la máquina de imprimir. Pero será, a mi entender, mucho más grave.

Basta, para coincidir, recordar que, cuando Fernando de la Rúa abandonó la Presidencia, disponíamos de una importante capacidad industrial y energética ociosa y de uno de los sistemas de comunicaciones más adelantados, mientras que hoy todo eso es cosa del pasado: hemos perdido el auto-abastecimiento energético y dependemos cada vez más de las importaciones de combustibles; la infraestructura caminera, portuaria y ferroviaria, que ya eran pobres, han colapsado; somos el país más atrasado en tecnología telefónica y electrónica de la región; el equipamiento de las fuerzas armadas ha dejado de existir; la salud y la educación pública se han deteriorado enormemente; el narcotráfico ha proliferado, patrocinado desde los más altos niveles del Estado, y nos ha convertido en el mayor consumidor de cocaína y de drogas sintéticas de la región y en el segundo exportador; los índices de pobreza e indigencia, después de la década más favorable de nuestra historia en términos económicos, son similares a los de 2000; tenemos un fenomenal problema con la deuda, y, para colmo de males, el precio de la soja continúa cayendo en los mercados internacionales, complicando todavía más el panorama financiero de los próximos meses y años.

De todas maneras, la principal herencia maligna que dejará el kircherismo será, sin dudas, la peor división social que recuerde nuestro pasado reciente; para compararla, deberíamos retroceder hasta los 50’s o 70’s. Será difícil, como lo demuestra que aún no se hayan sanado las heridas del último período mencionado, cerrar la brecha de odio que don Néstor y su viuda nos legarán.

Resta saber si ese odio que emana desde la Casa Rosada hacia una ciudadanía que no ha entendido los relatados logros de la pareja permitirá que la inevitable transición sea pacífica o violenta. Esa es la cuestión, de cara a los próximos años.






domingo, 24 de agosto de 2014

¿Existirá la Argentina de nuestros nietos?

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¿Existirá la Argentina de nuestros nietos?

"El secreto de la libertad radica en educar a las personas. El secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes" Maximilien François Marie Isidore de Robespierre.

Me he pasado los últimos meses despotricando contra los líderes opositores porque, para no perder votos, se niegan a expresar con claridad sus ideas acerca de qué harán si llegan a la Presidencia; es una conducta que les recomiendan los gurúes que contratan para conducir sus campañas, temerosos de obligar a los electores a optar por algo más que meras fotografías de las figuras relevantes de la política.

Para evitar caer en el mismo pecado, pretendo dedicar esta nota a enunciar algunos puntos básicos que, a mi modesto criterio, podrían abrir la indispensable discusión acerca de qué país queremos:
1.     Volver al sistema de división estricta de poderes, y derogar cualquier forma de delegación de facultades legislativas.
2.    Prohibir la reelección en el Ejecutivo, en todos sus niveles, extender el único mandato a seis años y fijar una fuerte mayoría especial para la modificación de la norma.
3.    Implementar el sistema de boleta única para todos los cargos electivos.
4.    Modificar la Constitución para crear nuevas entidades (regiones) que incluyan a las actuales provincias, con administración unificada.
5.    Derogar la obligatoriedad del voto.
6.    Transparentar la financiación de la actividad política, con estricto control público de ingresos y egresos de la administración del Estado en sus tres niveles, y en los partidos, sindicatos y organizaciones civiles públicas no estatales.
7.    Crear un registro público de actividad parlamentaria en todos los niveles del Estado, incluyendo la autoría de los proyectos de ley y el voto de cada legislador; imponer la publicidad de las declaraciones juradas.
8.    Retornar a la composición original del Consejo de la Magistratura.
9.    Establecer la obligatoriedad para los jueces de todas las jurisdicciones de rendir exámenes quinquenales, como requisito para su permanencia en el cargo, con jurados integrados por reconocidos juristas.
10. Imponer a la Corte Suprema de Justicia la obligación de pedir el juicio político de los miembros del Ejecutivo que no cumplan sus sentencias, u ordenar la inmediata detención de los funcionarios responsables.
11.  Restablecer la Justicia de menor cuantía, con gran dispersión territorial; sus integrantes (jueces, fiscales y defensores públicos) deberán estar domiciliados en la jurisdicción en que se desempeñen y serán elegidos por el voto popular y por tiempo determinado.
12. Imponer el “juicio de residencia” obligatorio para todos los funcionarios del Estado, al concluir sus mandatos, con inversión de la carga de la prueba y confiscar los bienes mal habidos.
13. Declarar la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción activa y pasiva, y endurecer gravemente las penas.
14. Recuperar la concordia social decretando una amplia y generosa amnistía para los hechos políticos de los 70’s.
15. Crear una escuela de administración pública, y exigir que todos los funcionarios permanentes que se incorporen, a partir de cierto nivel, sean graduados en ella.
16. Terminar con los contratos temporarios en la administración, y revisar los nombramientos efectuados durante los dos últimos años; los funcionarios procesados serán separados de sus cargos hasta el fin de los juicios penales que los involucren.
17. Dictar una ley que regule estrictamente los requisitos de inmigración y permanencia en el territorio nacional.
18. Recrear fuerzas armadas y de seguridad que permitan la defensa del territorio y un efectivo control de las fronteras terrestres, fluviales y marítimas, dotándolas de salarios dignos y de los elementos necesarios para cumplir su función, y sancionar la “ley de derribo” para las aeronaves que no obedezcan las órdenes de identificación y aterrizaje.
19. Endurecer fuertemente las penas para el narcotráfico, la trata de personas y el lavado de dinero incluyendo, en su caso, la deportación.
20.Derogar los blanqueos de capitales, prohibiéndolos para el futuro, e identificar a quienes hubieran utilizado esas normas en el pasado.
21. Crear la delegación policial, con mando sobre los efectivos locales, y cuya jefatura estará a cargo de un vecino del lugar elegido, por un máximo de dos períodos, por el voto popular.
22.Mejorar la capacidad y calidad del sistema carcelario, y privatizar la “hotelería”.
23.Asumir, como política de estado, un comportamiento permanente en la geopolítica internacional.
24.Promover la integración económica latinoamericana, a través de la renovación del Mercosur y la asociación con los países del Pacífico y, desde esas entidades, tratados de libre comercio con el mundo entero.
25.Recomponer la relación con la población de Malvinas, sobre la base del mutuo respeto, y continuar las gestiones diplomáticas con Gran Bretaña tendientes a la recuperación paulatina de la soberanía.
26.Restablecer el irrestricto respeto a los contratos y a la palabra empeñada, en especial aquéllos relacionados con la infraestructura y los servicios públicos.
27.Recrear la seguridad jurídica y la intangibilidad del derecho de propiedad, y derogar todas aquellas normas que atenten contra el mismo.
28.Diseñar y consensuar planes para el desarrollo nacional, regional y municipal a diez y treinta años, actualizándolos en sus detalles anualmente, y exigir el estricto cumplimiento de esas metas a toda la administración pública en sus tres niveles.
29.Revisar todos los planes obra pública, y establecer un claro orden de prioridades para su ejecución.
30.Diseñar políticas de largo plazo para el sector agropecuario y agroindustrial, que protejan los suelos y permitan incorporar valor a las exportaciones.
31. Revisar todas las licencias pesqueras vigentes, y establecer una clara política nacional de conservación y explotación de los recursos ictícolas.
32.Modificar las leyes de minería y de hidrocarburos, con transparencia y seguridad jurídica en los procesos licitatorios, permitiendo la participación de los capitales nacionales y extranjeros, para recuperar el autoabastecimiento y terminar con la importación de energía en el más breve plazo posible.
33.Fijar un cronograma paulatino e inexorable de supresión de todos los subsidios energéticos.
34.Establecer normas claras, transparentes e inamovibles para la actividad económica y para la exportación, priorizando aquellos sectores que revistan especial importancia para los planes de desarrollo, que permitan dar previsibilidad a los proyectos e inversiones, más allá de los riesgos propios de cada negocio.
35.Crear un organismo nacional de control ambiental, inobjetable e insospechable, con la participación de expertos en cada especialidad.
36.Crear órganos de evaluación permanente de los docentes, a fin de que éstos, en todos los niveles educativos, se mantengan permanentemente actualizados, acompañando la evolución tecnológica, y establecer salarios dignos, recuperando la autoridad del magisterio.
37.Terminar con el ingreso irrestricto a las universidades, con exámenes de ingreso y de permanencia de altísimo nivel de exigencia.
38.Arancelar la universidad pública y becar, pagando un sueldo digno, a los mejores estudiantes de las carreras que se determinen como prioritarias para el desarrollo nacional.
39.Crear un programa de becas para que estudiantes y graduados en las carreras estratégicas asistan a las mejores universidades del mundo.
40.Recuperar la excelencia de la educación pública, con salarios, infraestructura y avances tecnológicos acordes.
41. Cuando las contrataciones públicas exijan una consultoría, imponer la obligación de que sea la universidad pública quien brinde el servicio.
42.Modificar el sistema impositivo general y la coparticipación, simplificando y universalizando su percepción, suprimiendo aquéllos de neto corte regresivo y federalizando la distribución.
43.Suprimir el cobro del IVA para los productos de la canasta básica familiar.
44.Restablecer la profesionalidad y la confiabilidad del INDEC.
45.Planificar la apertura total de la economía en un plazo razonable, y brindar créditos a los industriales que se reconviertan para competir en los mercados internacionales.
46.Derogar las modificaciones a la carta orgánica del Banco Central, recuperando para éste la independencia en sus funciones de defensa de la moneda.
47.Cerrar definitivamente el acceso del Gobierno a los fondos de la ANSES y del PAMI, y sanear las finanzas de estos organismos.
48.Regular fuertemente el juego, controlar la proliferación de salas y destinar el producido de su recaudación fiscal a la educación y a la seguridad social.
49.Publicar la totalidad de los contratos del Estado, en especial los de infraestructura y de publicidad, y permitir a partidos de oposición y ONG’s la auditoría permanente de las obras públicas.
50.Refundar todos los organismos de control administrativo, e imponer la obligación de dictamen previo para todas las contrataciones estatales.
51. Imponer el irrestricto acceso a la información pública, imponiendo severas penas a los funcionarios que lo impidan.
52.Recuperar la excelencia de la salud pública, con salarios, infraestructura y equipamiento acordes, y arancelar su prestación a quienes no residan en la jurisdicción de cada establecimiento hospitalario.
53.Elevar a rango constitucional la irrestricta libertad de prensa y expresión, y transparentar la publicidad oficial, con graves penas a los funcionarios que incumplan; los medios de comunicación del Estado dejarán de expresar al gobierno.
54.Prohibir la recurrencia al crédito internacional y nacional para financiar el gasto público, pero habilitarlo para la infraestructura vial, ferroviaria, portuaria, de comunicaciones, etc.
55.Mantener permanentemente actualizado un registro de personas en situación de pobreza e indigencia, habilitando la correcta y transparente asignación de los recursos destinados a planes sociales, con real contraprestación laboral, sanitaria y educacional de los beneficiarios.
56.Recurrir al crédito externo para el otorgamiento de planes de vivienda digna a todos los habitantes, con hipotecas a largo plazo y tasas de interés internacionales que permitan el pago de las obligaciones.
57.Combatir la informalidad en el trabajo, estableciendo normas claras y permanentes que generen un incremento de la mano de obra registrada.
58.Extender la asignación universal por hijo a toda la población, sin excepciones, y derogar los beneficios impositivos correlativos.
59.Garantizar el Fútbol para Todos, financiando su costo sólo con publicidad privada.
60.Abrir responsablemente los cielos, con legítima y leal competencia en el transporte aéreo, manteniendo la participación del Estado sólo para aquéllos destinos nacionales de escaso atractivo comercial.

Obviamente, no son esas las únicas cosas que hay que encarar en el cortísimo plazo para recuperar los laureles que, en el pasado, supimos conseguir y que hemos dejado secar a fuerza de demagogia, populismo, falso nacionalismo y decadencia, pero pueden servir como ayuda de memoria para diseñar la agenda política de los próximos años.

Simplemente, espero que Dios otorgue a la Argentina el tiempo necesario para evitar el colapso final como nación independiente y nos permita entregar un país en pie a nuestros nietos.



martes, 19 de agosto de 2014

¿Griesa u Oyarbide?



¿Griesa u Oyarbide?

Son las 21:45, y acaba de terminar la enésima cadena nacional que descerrajó Cristina Fernández de Kirchner sobre sus presuntos súbditos. La importancia de los anuncios formulados me obliga a alterar mi costumbre de escribir sólo los domingos para no hartar a mis lectores.

La Presidente anunció, con voz entrecortada por una conmovedora emoción –¡qué actriz se perdieron las tablas argentinas!- que no solamente nuestro país está en default sino que, además, incurre en desacato de una sentencia judicial de todo el Poder Judicial norteamericano, jurisdicción escogida por su marido muerto y por ella misma para dirimir las controversias relacionadas con nuestra deuda externa. Es más, los últimos acuerdos firmados con Rusia y China han elegido a los tribunales ingleses y franceses como el lugar donde discutiremos en el futuro cuando no nos pongamos de acuerdo.

La viuda de Kirchner anunció que, por un proyecto de ley que enviará esta misma noche al Congreso (donde, seguramente, será aprobado por la propia tropa del oficialismo y por los opositores que temen ser tildados de cipayos), intentaremos cambiar el domicilio de pago de los cupones de los bonos entregados en los canjes de 2005 y 2010 a nuestros tribunales federales. Ello implica, como dije, la confirmación del Gobierno de desacatar la sentencia del Juez Griesa, confirmada por la Cámara de Apelaciones de Nueva York y ratificada, al no aceptar un recurso, por la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos.

Esta complicada decisión traerá aparejadas numerosas consecuencias. La primera de ellas será que, ni soñando, ingresará un solo dólar a las ya exhaustas arcas del Banco Central, técnicamente quebrado. La segunda, mucho más grave aún, será que mañana, con seguridad, los mercados jugarán fuertemente a la baja de todos los activos nacionales, y a la suba del dólar “blue”.

Resulta obvio que, más allá de los fideicomisos que el Gobierno creará para intentar salvar la piel de cara al default y depositar en ellos los pagos que deberán hacerse a los bonistas que entraron en los canjes, será muy difícil que éstos puedan aceptar el cambio de domicilio de pago; en la mayoría de los casos, los propios estatutos de los fondos que han comprado esos bonos prohíben ese tipo de artilugios.

Pero, además, el discurso que acaba de terminar puede producir un efecto atómico. Si el 24% de los tenedores de bonos de deuda argentina se reunieran y unificaran sus deseos, podrían acelerar todos los plazos, y exigir el pago inmediato de los mismos, aunque el vencimiento originalmente pactado fuera a veinte años.

Doña Cristina confirmó, esta noche, que está dispuesta a incendiar el futuro del país con tal de subir en la estimación popular, como seguramente ocurrirá, al “malvinizar” el tema de los holdouts. Un subproducto podría ser intentar, a caballo de esa ola de aprobación trucho-nacionalista, la definitiva entronización de su nuevo amor, el Bambino Kiciloff, como candidato presidencial por el kirchnerismo.

Hoy, se ha llevado puesto a todo el peronismo “tradicional”, que deberá enfrentar en las urnas, a corto plazo, a fuertes competidores, y que está descubriendo que se los está obligando a enterrarse para que un modelo ridículo, de un marxismo demodé, intente volver a lustrar los teóricos laureles de un “relato” que aún conserva significativas adhesiones de la mano de un discurso populista y demagógico, cuyo sideral costo deberemos pagar todos.